El otoño llegó puntual a Italia con lluvias y vientos huracanados y hasta cumbres nevadas, mientras las autoridades apuestan el todo por el todo a convivir con el Covid-19 y ponen sus fichas en la reapertura de las escuelas y el voto.
Ambas decisiones generaron polémicas, pero a pesar de no pocos problemas sin resolver, los chicos iniciaron el ciclo escolar 2020-‘21 luego de seis meses de permanecer en casa y realizar tareas online.
Por otra parte, las urnas se abrieron en todo el territorio para el referendo destinado a confirmar o rechazar una reducción de la cantidad de diputados y senadores en el Parlamento nacional. Y en siete de las veinte regiones (similares a las provincias argentinas) se votó para elegir presidentes regionales (gobernadores) y otras autoridades locales.
En tanto, el Covid-19 sigue en aumento desde hace más de un mes en el país y, a pesar de los casi dos mil contagios del viernes (curva aún muy lejos de Francia, España y Gran Bretaña, con 16 mil; 10 mil y 9 mil contagios respectivamente) Italia fue elogiada por la OMS por el manejo de la pandemia.
Las autoridades sanitarias insisten ahora en la vacunación anual contra la gripe, que comenzará a aplicarse en octubre, y a diferencia de años anteriores, los médicos de barrio ya están recibiendo muchos pedidos de reserva. El razonamiento es simple: si una persona vacunada contra la gripe presenta fiebre, tos, dolor de garganta, etc., lo más probable es que sufra de coronavirus y se deba actuar en consecuencia.
En las escuelas aún faltan pupitres individuales, maestros de apoyo y aulas, pero el primer paso se ha dado para apuntar al “renacimiento”. Por supuesto, recién dentro de unos diez días se podrá evaluar la incidencia del regreso a clase en la difusión del virus.
Otro regreso, el de los hinchas a los estadios de fútbol, fue reducido a una mínima cantidad, es decir, un máximo de mil espectadores en eventos al aire libre y de doscientos en ambientes cerrados.
El tema central es “la ripartenza”, el reinicio, pero los riesgos son muchos y nadie puede estar seguro si no mantiene alta la guardia. El ex premier Silvio Berlusconi, quien superó la internación por Covid, cumple aislamiento en su domicilio y todavía resulta positivo en el test.
La apuesta es riesgosa y el jefe del gobierno, Giuseppe Conte, afirmó que la unidad es fundamental para recomenzar. “No tenemos que desunirnos, deshilacharnos, en la fase crucial de la reconstrucción. Además del desafío de la resistencia podemos vencer también el del recomenzar”, dijo.
Por su parte, el secretario general del Partido Democrático, Nicola Zingaretti, integrante del gobierno y exultante por los resultados obtenidos en los comicios regionales, donde el PD se impuso en tres de las siete regiones, sostuvo que “el tiempo de los picos terminó, estamos en la etapa de la reconstrucción” gracias, en parte a los fondos recibidos de la Unión Europea.
“No se debe reconstruir la Italia de antes, no tenemos que retrasar las agujas del reloj, ese sistema no funcionaba, pero por fin tenemos más de 250 mil millones de euros para hacer lo que pedimos durante años. Esta es la madre de todas las batallas”, enfatizó.
Los datos concretos de este inicio otoñal indican que los italianos superaron la apatía y concurrieron a las urnas (el voto no es obligatorio) por el Referendo y por las regionales, superando en ambos casos el 50% de afluencia. También parece claro que los ciudadanos confían en las estructuras estatales cuando las mismas funcionan. Y, por último, que son ciertas las palabras del presidente Sergio Mattarella: los italianos “somos libres, pero nos importa la seriedad, y agregó: “La libertad no es el derecho de hacer enfermar a otros”.
Dora Salas esde Roma.