El juez de Brasil, Alexandre de Moraes, saltó a la escena pública al convertirse en el principal adversario del presidente ultraderechista, Jair Bolsonaro, luego de que impulsara investigaciones en su contra por varios delitos que atentan contra el orden democrático.
Como magistrado del Tribunal Supremo Federal (el equivalente a la Corte Suprema argentina), Moraes fue implacable en el proceso judicial contra Bolsonaro y sus aliados respecto a numerosos delitos, como la difusión de noticias o los constantes ataques al proceso electoral, luego de que el presidente denunciara -sin pruebas- la fragilidad del voto electrónico.
"Tenemos una democracia vibrante y no podemos simplemente reaccionar a los discursos golpistas", afirmó de Moraes tras la reciente publicación de mensajes antidemocráticos de empresarios afines a Bolsonaro. "Cualquier decisión de Alexandre de Moraes, este presidente no la cumplirá más", advirtió Bolsonaro en 2021 con motivo de las investigaciones en su contra.
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En tanto, la abierta "guerra judicial" en Brasil toma otro color a menos de dos meses de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, que prometen ser las más polarizadas en décadas. A esto se suma que el pasado 16 de agosto Moraes asumió la presidencia del Tribunal Superior Electoral (TSE), una institución clave de cara a los comicios del 2 de octubre. Bolsonaro, que marcha segundo en los sondeos detrás de Lula da Silva, asegura que los resultados podrían ser fraudulentos y que no reconocería una eventual derrota.
Quién es Alexandre de Moraes, el juez que molesta a Bolsonaro
Apodado "robocop" por su implacable postura, Alexandre de Moraes comenzó su carrera como profesor de Derecho y luego fiscal de San Pablo a los 23 años. Fue secretario de Seguridad durante la gestión del exgobernador Geraldo Alckmin, actual compañero de fórmula de Lula da Silva. En ese entonces, fue apuntado por los movimientos sociales por haber sido "implacable" en la represión de las protestas.
El magistrado desembarcó en Brasilia y llegó a detentar el cargo de ministro de Justicia durante la presidencia de Michel Temer (entre 2016 y 2018), quien lo designó al Tribunal Superior Federal (TSF) en 2017, por lo que cumplió "su sueño" de pertenecer al máximo órgano de Justicia del país, según declaró en una entrevista.
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El juez de 53 años es conocido en la esfera pública por tener una buena relación con otras ramas del poder de un país caracterizado por la polarización político-partidaria, entre los que destacan personalidades de todo el arco político y las Fuerzas Armadas.
El freno a las conductas antidemocráticas de Bolsonaro
"Cualquier decisión de Alexandre de Moraes, este presidente no la cumplirá más. La paciencia se agotó", amenazó el mandatario ultraderechista en septiembre de 2021, traspasando la frontera ética entre ambos poderes estatales. Lo afirmó ante sus seguidores, algunos de los cuales pedían prisión para los jueces del tribunal supremo, siendo Moraes el principal apuntado.
La enemistad de Bolsonaro hacia el titular del TSE data de hace años. Moraes, que hace poco participó de la multitudinaria marcha "en defensa de la democracia", tiene en sus manos varios asuntos que salpican al ultraderechista, como la investigación por la difusión de noticias falsas y amenazas a jueces o la presunta interferencia en la Policía Federal para proteger a sus hijos acusados de corrupción.
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En los últimos años, Moraes ordenó la retirada de contenido falso en plataformas digitales y dictó allanamientos y pedidos de prisión contra bolsonaristas. Tal fue la suerte del diputado, Daniel Silveira, condenado por promover actos antidemocráticos y luego indultado por Bolsonaro.
Su más reciente medida fue contra las actitudes antidemocráticas de empresarios afines a Bolsonaro, quienes compartieron mensajes golpistas que motivaron al magistrado a ordenar un operativo de allanamiento en su contra en cinco estados del país. Por su parte, el Presidente acusó al juez de "abuso de autoridad" y de "extender injustificadamente" el proceso de las "milicias digitales" en su contra (iniciado en 2019), algo que fue desestimado por la Justicia en los últimos días.
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CD / ED
