Pablo Szafran tiene 24 años y es oriundo de Concordia, Entre Ríos. Desde los 15 años vive en Israel. El miércoles, en Tel Aviv, estaba junto a su novia en un bar y recibió un impacto de bala proveniente de dos palestinos que abrieron fuego contra los presentes.
"Yo estaba sentado en el Sarona Market junto a Yaara, en la mesa de enfrente se sentaron dos individuos de traje con aspecto sospechoso. Durante unos minutos estuve buscando por algún agente de seguridad o policía al cual pueda advertir de los presuntos `empresarios´, pero sin encontrar alguno seguí disfrutando de mi cena… hasta el momento en el que los vi sacando las armas de sus bolsos", contó el joven, según informó el Congreso Judío Latinoamericano en su perfil de Facebook.
"Lo primero que hice fue decirle a Yaara que se agache y en el momento en que yo me agaché sentí un fuerte golpe en mi hombro derecho que me terminó derribando al suelo"; agregó en su relato.
"Unos segundos después, en mi intento de levantarme, vi a los individuos siguiendo con su baño de sangre entre otra gente y luego escapándose como ratas. Ese fue el momento en el que me levanté, le pregunté a Yaara si estaba bien y pedí por una ambulancia para otros heridos que seguramente estaban peor que yo. Entre policías pasando a mi lado y paramédicos preguntando por mí, esperé que los demás heridos recibieran cuidado. `Es tu turno, veni´, me dijeron, y me subieron a una camilla para llevarme al hospital, siendo el herido menos grave de este lamentable episodio", concluyó Szafran en su relato.
Reacción. Tras el atentado, Israel suspendió los permisos de entrada de decenas de miles de palestinos durante el Ramadán y anunció el despliegue de cientos de soldados de refuerzo en Cisjordania. Así respondió ante el atentado perpetrado por dos jóvenes de origen palestino en el centro de Sarona, un barrio muy animado con bares y restaurantes, cerca del Ministerio de Defensa. Por el ataque, cuatro personas murieron y otras cinco resultaron heridas, entre ellas, Szafran.
