La trágica muerte del presidente polaco Lech Kaczynski y 95 personas que se dirigian en avión rumbo a Smolensk, Rusia sigue causando estupor en la comunidad internacional. A los 60 años, Kaczynski era un jurista conservador, profundamente católico procedente y con una extensa carrera política en su país.
Militante del movimiento anticomunista Solidaridad de Lech Walesa participó en política junto a su hermano gemelo Jaroslaw, entró a finales de los años 1970 en la oposición anticomunista y en 2001 fundaron juntos el partido Derecho y Justicia. De julio de 2006 a noviembre de 2007, los dos hermanos gobernaron conjuntamente Polonia, Lech como jefe de Estado y Jaroslaw como jefe de Gobierno.
El fallecido Kaczynski abogaba por la reconciliación con Alemania y Rusia defendiendo una profunda reforma de Polonia basada "en la justicia, la solidaridad y la honradez". Tras su victoria en 2005, Kaczynski explicó que su hermano, 45 minutos mayor que él, "siempre lo había empujado hacia adelante".
Su compromiso contra el comunismo entonces en el poder le valió a Lech ser internado junto a otros miles de militantes de Solidaridad, durante la instauración de la ley marcial, en diciembre de 1981. Liberado al cabo de 11 meses, se convirtió en estrecho colaborador del jefe histórico del primer sindicato libre del mundo comunista, Walesa, del que luego se distanciaron en los años 1990.
Partidario del intervencionismo económico, jugó con su imagen de político con experiencia y limpio de corrupción, fama que se forjó ocupando los puestos de presidente del Tribunal de Cuentas, de ministro de Justicia y de alcalde de Varsovia. Como ministro de Justicia trabajó contra el crimen organizado y promovió un sistema jurídico riguroso y represivo. "Soy y seré partidario de la pena de muerte", afirmaba abiertamente. Fiel a sus convicciones conservadoras, prohibió varias manifestaciones de homosexuales en Varsovia.
Fuente: AFP