Kamala Harris está lista para ingresar a la historia como la primera mujer afroamericana en convertirse en vicepresidenta de los Estados Unidos. A sus 56 años, será el rostro joven de la presidencia de Joe Biden, de 78 años, capaz de tomar al Partido Demócrata de la mano y proyectarlo hacia el futuro.
Un futuro que podría verla romper incluso ese techo de cristal al que aspiraba Hillary Clinton y convertirse, en una carrera de relevos con Biden en 2024, en la primera mujer presidenta.
Ex fiscal de San Francisco primero y luego de California -también en este caso la primera mujer en ocupar estos cargos-, Harris ganó un escaño en el Senado en 2016, año de la victoria de Donald Trump.
Y de inmediato le declaró la guerra al presidente, al no considerarlo como la aspiración de Estados Unidos, y mucho menos representar a millones de mujeres y minorías. El Senado la lanzó al escenario de la política nacional con los “interrogatorios” del exministro de Justicia Jeff Session y de Brett Kavanaugh, designado a la Corte Suprema por Trump.
El prestigio que ganó la impulsó en 2019 a considerar postularse para la Casa Blanca: pero aunque puso su corazón y alma en ello, su intento no tuvo éxito y se vio obligada a retirarse. Pero las primarias la convirtieron en un rostro familiar para millones de demócratas, conquistados también gracias a la dura batalla con Biden, ante quien demostró ser una de las rivales más aguerrida.
En un de los debates, dijo que conocía a una niña negra que afortunadamente había podido ir a una escuela mejor gracias a un servicio de autobús escolar para las minorías que viven en los barrios más desfavorecidos, un servicio al que -recordó- el propio senador Biden se había opuesto. “Esa chica era yo”, dijo entonces.
Antes de 2016 Kamala Harris ya había llamado la atención de Barack Obama, quien la calificó como la fiscal estadounidense más bella, un comentario que la enfureció lo suficiente como para pedir, y obtener, las disculpas del entonces presidente.
Muchos la llamaron la “Obama mujer”, lo que en su momento no le impidió criticar al ex mandatario por su política migratoria. “No estuve de acuerdo con mi presidente" y con la orden de deportar a cualquier inmigrante sin documentos, dijo durante un debate en las elecciones primarias.
A tono con los tiempos, Harris tiene también una familia moderna y ensamblada. Casada con Douglas Emhoff, quien podría convertirse en el primer segundo caballero de la historia, no tiene hijos propios, pero es la "momala" (madrasta) de Cole y Ella, los hijos que su esposo tuvo con su primera mujer. “He tenido muchos títulos en mi carrera, pero momala siempre será el que tenga más significado” para mí, suele decir.