Desde Caracas
El panorama político en Venezuela podría cambiar mañana con las elecciones legislativas. Las encuestas pronostican un triunfo opositor por primera vez en 16 años en unos comicios para la Asamblea Nacional, pero Lilian Tintori, esposa del líder opositor preso Leopoldo López, no subestima al chavismo: “Estamos seguros de que ganaremos, pero no debemos pasar por alto que el gobierno ha usado la trampa al rediseñar los circuitos electorales, imponer cuotas a última hora, inhabilitar candidatos opositores, cerrar la frontera con Colombia y agredir a dirigentes de la oposición para tratar de infundir terror”.
Estas elecciones son claves porque un cambio en el Parlamento venezolano abriría las puertas para equilibrar los poderes públicos, convocar a un posible referendo revocatorio del mandato de Nicolás Maduro y firmar una ley de amnistía para liberar a los 75 presos políticos. Según Tintori, quien ha asumido la vocería de su esposo encarcelado desde el 18 de febrero de 2014, esta alteración de fuerzas requeriría del espaldarazo de mandatarios de Sudamérica. Mauricio Macri aparece como referente para formar una alianza en apoyo a la oposición venezolana. “Mi mensaje para él es que siga el camino que ha tomado, una senda de compromiso que asumió con mucho coraje, y que haga de los derechos humanos la bandera de su gestión –dijo Tintori a PERFIL–. Macri no sólo lo ha dicho: estoy segura de que lo demostrará con acciones y de que su gestión contribuirá al fortalecimiento democrático de Sudamérica”.
Para la esposa de López, figura protagónica en la campaña, “la defensa y el respeto de los derechos humanos no se pueden demostrar sólo en el papel”. Por eso insta a los gobiernos latinoamericanos a comprometerse con la resolución de la crisis en Venezuela: “Los 30 millones de venezolanos atravesamos momentos duros debido a un régimen que encarcela, tortura y persigue sistemáticamente a quienes piensan distinto. El gran drama ha sido que muy pocos gobernantes de la región han entendido que la crisis social, económica y política es grave, y que cada día recrudecen los ataques del régimen”.
“Mi vida sí corre peligro”. En las últimas semanas, la violencia política ha ido en ascenso por la cercanía de la cita electoral. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) pidió el martes al gobierno que tomara “medidas contundentes” para cesar con la escalada en vísperas de los comicios, que alcanzó su punto máximo con el asesinato de un dirigente del partido opositor Acción Democrática, Luis Manuel Díaz, ocurrido el 25 de noviembre en un acto de campaña. Pero el comunicado de la CIDH fue rechazado sin miramientos por la Misión Diplomática de Venezuela ante la OEA por estar basado supuestamente “en información parcializada de los medios y redes sociales”.
Sin embargo, son muchos los opositores que se sienten amenazados. En el último mes han sido atacados Henrique Capriles, adversario de Hugo Chávez en las elecciones presidenciales de 2012; los candidatos a diputado Tomás Guanipa, Richard Blanco y Miguel Pizarro, y la propia Tintori. “Hace unos días, gritaban a unos jóvenes que me acompañaban a un acto en el estado Cojedes: ‘Llévate a tu escuálida (refiriéndose a mí) o te sacamos los ojos’ –cuenta ella–. Tengo medidas cautelares, porque la CIDH considera que mi vida sí corre peligro y en octubre nos extendieron esas medidas, que ya existían para Leopoldo, a mí y a nuestros hijos”. En ese clima los venezolanos irán mañana a las urnas
Recuerdos de su padre argentino y exiliado
“Esta no es una lucha política ni de ideologías –afirma Lilian Tintori–. Se trata de algo mucho más sagrado, el respeto a los derechos humanos, y si alguien sabe de sufrimiento, abusos y persecución, es el pueblo argentino, que vivió la cara más dura de la dictadura”. Esta caraqueña de 37 años creció oyendo hablar de las atrocidades de la dictadura de Jorge Rafael Videla, pues su padre, Franco Tintori, es argentino y se exilió en Venezuela huyendo del Proceso.
Aunque el padre de Tintori falleció en un accidente de tránsito en 2007 en Caracas, todavía es recordado por su hija como una persona que le enseñó “el valor del trabajo, la unión familiar y la solidaridad”. En eso coinciden los allegados a la esposa de Leopoldo López que, además, señalan que la experiencia vivida por el padre durante la dictadura argentina le ha servido a ella de ejemplo para “luchar por la democracia y contra el autoritarismo” en Venezuela.
