El pastor boliviano que secuestró ayer un avión en México durante algunas horas había alertado a su madre que iba a realizar esta acción para hablar con el presidente Felipe Calderón y decirle que le dé "cobertura al Evangelio", contó ella a medios bolivianos.
Desde la oriental ciudad boliviana de Santa Cruz, María Pereira de Flores, madre de José Marc Flores, quien secuestró el avión, dijo que "no sabía” que iba a secuestrarlo, “sólo me dijo que quería secuestrar un avión". Y agregó: " Me dijo que había sentido de Dios que tenía que hablar con el presidente de México, que él se iba a hacer escuchar por cualquier medio, aunque sea muerto, para decirle que dé cobertura al Evangelio, que se predique en El Zócalo, que las radios cristianas no sean destruidas".
La señora justificó la acción de su hijo a pesar de que ahora él deba "pagar un precio para predicar el Evangelio". "Quizás vamos a tener que morir y quiero decirle que sea fuerte y valiente, y aunque parezca una locura, pero si Dios lo mandó a hacer eso, yo lo bendigo en nombre del Señor", dijo la mujer. Al tiempo que recalcó: "La gente siempre denigra al Evangelio; siempre hemos sufrido como cristianos, él está en el camino del Señor".
Pereira también relató que el captor había tenido problemas de drogas y alcohol y que "él se fue desterrado por su padre, que lo echó y le dijo: ‘Vos no servís para nada, te voy a comprar un pasaje para que te vayas'".
Ayer, Flores secuestró un vuelo entre Cancún y ciudad de México con 104 pasajeros y 7 tripulantes de un vuelo de Aeroméxico utilizando para ello un falso explosivo contenido en cajas de jugos. El secuestrador boliviano, que vive en México hace 17 años, fue detenido a bordo del avión en una operación policial de menos de tres minutos, pocas horas después de que el Boeing 737 aterrizara en el aeropuerto Benito Juárez de la capital mexicana.
Fuente: AFP