Mientras un millar de personas ya padecen de gripe A en Filipinas, con el resultado de al menos una muerte, la presidenta de ese país, Gloria Macapagal Arroyo, utilizó como excusa la pandemia para internarse dos días en un hospital de lujo para “reparar la rotura de los implantes mamarios que se realizó en los años 80”, publicaron medios locales.
La presidenta comenzó con la “mentira” con una nota enviada a la prensa luego de regresar de una gira por el exterior, en la que contaba su decisión de auto aislarse en un acto al que calificó como “ejemplo de responsabilidad social”, informó el sitio Cope .
“La cuarentena es una tapadera. La presidenta necesitaba reparar una rotura en los implantes de silicona mamarios que se hizo en los años ochenta. Aprovechó también para quitarse un quiste de la ingle y hacerse la depilación láser de la zona”, publicó el columnista Jarius Bondoc en el diario local The Star.
En efecto, la jefa del ejecutivo pasó por una operación estética en los años 80, pero según informaron desde la presidencia (luego de reconocer que no se trataba de una cuarentena por la gripe), Arroyo se había sometido, en esta ocasión, a una biopsia para determinar si un bulto detectado en el seno izquierdo era maligno.
El médico que ha operado a la presidenta tuvo que corroborar su versión asegurando que un equipo formado por seis doctores efectúo la biopsia a Arroyo.