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La reina de Inglaterra planea una "jubilación" tranquila en medio de peleas familiares

Aunque se da por sentado que Isabel II, de 87 años, no abdicará nunca, se planea una "transición suave".

La reina de Inglaterra planea una "jubilación" tranquila en medio de peleas familiares
| AFP

A sus 87 años y tras casi 62 de reinado, Isabel II de Inglaterra quiere dejar las cosas en orden y pasar los últimos años de su vida tranquila. Aunque siempre dejó claro que reinará hasta la muerte, son visibles las señales de “transición” que permitirían al príncipe heredero, Carlos, asumir un papel más activo y visible en representación de su madre. Por su parte, la reina y su marido (Felipe, de 92 años) emprenderían una "retirada gradual", asumiendo cada vez menos compromisos públicos, en medio de una lucha familiar por el protagonismo.

El último paso de Carlos hacia el trono llegó esta semana con la fusión de las oficinas de prensa de Buckingham (sede oficial de Isabel II) y de Clarence House (residencia de Carlos) y la presencia de un único portavoz con el objetivo de “coordinar mejor la actividad” y publicidad de ambos.

La prensa inglesa se hizo eco, además, del viaje que Isabel II realizará en junio a Normandía (Francia), con motivo del 70 aniversario del famoso desembarco durante la Segunda Guerra Mundial. Estará acompañada por el príncipe Carlos, en el que podría ser su último viaje al extranjero como soberana.

Meses atrás, la reina envió a Carlos en su representación a la reunión de la Commonwealth en Sri Lanka, y se hizo acompañar por él y por su nuera, Camilla, en la importante ceremonia de apertura del Parlamento. Para los funcionarios, se trató de un momento “de gran importancia simbólica” para Carlos. “La reina está envejeciendo y realizará menos actividades públicas. La idea es delegar”, declaró el portavoz oficial.

Para el experto en la monarquía y periodista de la BBC Peter Hunt, es un paso “simbólico” para el heredero al trono. “Se trata de una transición, que el país esté preparado para tener un jefe de Estado anciano que hará cada vez menos”. “No hay intención de una abdicación”, dijo Hunt, quien cree que el Reino Unido verá a la reina “cada vez menos” y a Carlos “cada vez más”.

A sus 65 años, el príncipe Carlos es el heredero más anciano que tuvo la historia británica, y debe "rivalizar" en popularidad con otras dos generaciones que también esperan su turno para reinar: su hijo Guillermo y su nieto Jorge, nacido el 22 de julio. Actualmente, por primera vez en más de 120 años, existen tres herederos a la espera para reinar, mientras los expertos afirman que Isabel II se mantendrá en su puesto "hasta el último suspiro”.

Al mismo tiempo, en los últimos meses se supo de la creciente “influencia” que el príncipe Carlos tiene en altos funcionarios del gobierno británico, influencia considerada “peligrosa” por analistas, debido a que la Monarquía debe mantener un papel imparcial en la toma de decisiones políticas.

Miembros del gobierno de David Cameron -y de la anterior gestión- afirmaron que sometieron al príncipe al menos 12 proyectos de ley desde el año 2005, relativos a materias que van desde los jueces forenses a desarrollo económico y construcción, marina y acceso a las costas, vivienda y regeneración, energía y planificación urbanística, como parte de su preparación como futuro rey británico.

La prensa inglesa contó que el creciente protagonismo de Carlos, su esposa Camilla Parker Bowles y sus hijos -los príncipes Guillermo y Harry-, así como Kate Middleton, generó controversias en el seno de la familia real. El príncipe Andrés, hermano de Carlos, se quejó porque figuras importantes como él y otros miembros de la familia real están siendo relegados a un margen y perdiendo protagonismo.

“El asunto es muy simple, realmente”, reconoció un alto funcionario. “Carlos logró que se le permitiera comenzar con algunos de los cambios en el estilo de Monarquía que desea tener cuando se convierta en rey”. Aunque le falta tiempo para ser coronado, Carlos está organizando una “reducción” de la Monarquía, para hacerla más moderna y barata, y por fin tuvo la oportunidad de comenzar a poner sus planes en marcha.

Una de sus primeras decisiones tuvo que ver con la reducción de funciones oficiales de todos los que son considerados miembros “secundarios” de la Familia Real: sus tres hermanos (Ana, Andrés y Eduardo) así como los primos de la reina, mayores de 70 años.

Esta reducción de trabajo vendría acompañada de una importante reducción de los sueldos recibidos por los mencionados, y se estima que pronto dejarán de formar parte de la lista de personas que los recibe. Según el Daily Mail, los hermanos de Carlos se mostraron "consternados" por su comportamiento, y que "donde antes había una armonía fraternal, ahora reina una abierta hostilidad".

 

(*) Especial para Perfil.com