La base del movimiento MAGA de Donald Trump está en pie de guerra después de que el gobierno tratara de desacreditar las decenas de teorías conspirativas alrededor de Jeffrey Epstein, una de las obsesiones de los seguidores acérrimos del presidente de Estados Unidos.
El Departamento de Justicia de Trump y el FBI concluyen en un informe, publicado el lunes por el medio estadounidense Axios, que Epstein no tenía ninguna “lista de clientes” y descartan que el exfinancista, acusado de dirigir una red de tráfico sexual de menores, chantajeara a figuras poderosas.
También confirmaron que Epstein se suicidó en una cárcel de Nueva York, lo que desarma una de las teorías que sostienen que fue asesinado.
Este informe es el primero realizado por la administración Trump sobre el caso, y el primero en el que se rechazan las principales teorías conspirativas en torno a la figura y la muerte de Epstein, promovidas por personalidades de la derecha estadounidense.
La reacción fue rápida y brutal por parte de las bases de su movimiento Make America Great Again (MAGA, Hagamos América grande otra vez), encargadas de promover la teoría de que desde el “Estado profundo” se pretendía proteger a figuras prominentes de todos los sectores, sobre todo del Partido Demócrata y de Hollywood, que estaban vinculadas con Epstein.
“Lo próximo que dirá el Departamento de Justicia es ‘en realidad, Jeffrey Epstein ni siquiera existió’”, tuiteó Alex Jones, fiel seguidor de Trump. “Esto es exageradamente enfermizo”, continuó.
Trump ha conseguido que parte de la ira de sus propias bases se centre en la fiscal general, Pam Bondi, quien aseguró antes de la publicación del informe que tenía la lista de clientes de Epstein en su escritorio y que iba a decir toda la verdad sobre el caso.
Bondi ya estaba en el punto de mira del MAGA después de distribuir carpetas etiquetadas como “Los archivos Epstein” a influencers en la Casa Blanca que contenían en su mayoría información que ya era pública y ninguna revelación nueva.
“Trump debería despedir (a Bondi) por mentir a su base y ser un lastre para su administración”, publicó en X la influencer de extrema derecha Laura Loomer. “Es una vergüenza y no hace nada para ayudar a Trump”.
Esto es lo que pasa cuando tú y la gente que te rodea se convierten en el mismo ‘Estado Profundo’ que has pasado años atacando”, escribió el analista de CNN Chris Cillizz.
Este es solo uno de los cismas que en las últimas horas parecen dividir las bases de Trump. El otro es la decisión de reanudar el suministro de armamento a Ucrania y el ataque a Irán. “No son nuestras guerras”, afirman.