El papa León XIV criticó este domingo el hacinamiento en las prisiones y la falta de programas de rehabilitación adecuados para las personas privadas de la libertad, durante una misa especial celebrada en la Basílica de San Pedro destinada a reclusos, guardias penitenciarios y sus familias. El acto formó parte del evento de cierre del Año Santo 2025 del Vaticano.
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Según informó la Santa Sede, unas 6.000 personas se inscribieron para participar de la peregrinación del fin de semana, entre ellas representantes de grandes establecimientos penitenciarios de Italia, voluntarios, directores y capellanes de prisiones provenientes de 90 países. También asistieron algunos grupos de detenidos que recibieron permisos especiales, de acuerdo con la asociación de capellanes penitenciarios italianos.

Durante la homilía, el pontífice reconoció las condiciones precarias que enfrentan los reclusos incluso en países desarrollados y llamó a promover una mirada basada en la caridad, la paciencia y el perdón, tanto hacia quienes cumplen condenas como hacia quienes tienen la responsabilidad de custodiarlos.
“Aquí podemos mencionar el hacinamiento, el compromiso insuficiente para garantizar programas educativos estables para la rehabilitación y oportunidades laborales”, afirmó León XIV, al tiempo que subrayó la necesidad de acompañar los procesos de cambio con comprensión y misericordia.
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En un plano más personal, el Papa también se refirió al peso emocional que atraviesan quienes están privados de su libertad. “No olvidemos el peso del pasado, las heridas que deben sanar en cuerpo y corazón, las decepciones y la infinita paciencia que se necesita con uno mismo y con los demás al emprender caminos de conversión”, expresó.
La celebración marcó uno de los últimos grandes actos del Jubileo 2025, que había sido inaugurado por el papa Francisco en la víspera de Navidad de 2024 con un fuerte mensaje de esperanza dirigido a los sectores más marginados de la sociedad. Durante su pontificado de 12 años, Francisco había dado especial relevancia al ministerio con los prisioneros, a quienes consideraba destinatarios centrales del mensaje jubilar.
León XIV recordó en su homilía la visita que Francisco realizó el 26 de diciembre de 2024 a la prisión romana de Rebibbia, donde abrió una Puerta Santa como gesto simbólico de inclusión de los reclusos en el Año Santo. También evocó el llamado del papa emérito a los gobiernos del mundo para promover amnistías y medidas de clemencia, una práctica tradicional asociada al Jubileo católico.
En Italia, el problema del hacinamiento carcelario continúa siendo una preocupación estructural. La organización de derechos humanos Antigone informó que las cárceles del país operan actualmente al 135% de su capacidad, con más de 63.000 personas detenidas en instalaciones que cuentan con menos de 47.000 plazas disponibles. Además, las autoridades penitenciarias recibieron 5.837 denuncias por trato inhumano o degradante durante el último año, un 23,4% más que en el período anterior.
La misa en San Pedro fue el último gran evento público del Jubileo 2025. El papa León XIV cerrará oficialmente el Año Santo el próximo 6 de enero, cuando clausure la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, poniendo fin a un ciclo marcado por el llamado a la esperanza, la misericordia y la inclusión.