Al presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, le extirparon un pólipo de unos 3 milímetros que tenía alojado en el colon en su último reconocimiento médico rutinario de la semana pasada. Si bien tenía aspecto benigno, es potencialmente canceroso.
Según se informó el médico presidencial, Kevin C. O’Connor, en un reporte publicado el pasado miércoles por la Casa Blanca, se trata de un adenoma tubular, parecido al que le fue extraído en 2008.
Al practicarle una colonoscopia al mandatario estadounidense el 19 de noviembre, se confirmó que la lesión es de aspecto benigno, pero potencialmente cancerosa, aunque no requerirá más acciones por el momento.
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Las características del pólipo de Biden
Un pólipo de colon es una pequeña acumulación de células que se forma en el revestimiento del colon o el recto, que en su mayoría son benignos, aunque algunos pueden derivar en cáncer de colon. Además, no suelen presentar síntomas, pero con controles regulares, como la colonoscopía, se pueden identificar y extraer antes de convertirse en cáncer.
De acuerdo con el informe del Gobierno norteamericano, este adenoma tubular “es una lesión benigna de crecimiento lento”, al tiempo que remarcaron que "el presidente nunca ha tenido cáncer de colon".
Por otra parte, las radiografías realizadas en las pruebas a Biden revelaron que tiene artritis en la columna y daños "de moderados a severos" por el desgaste normal debido a su edad. Según el doctor, esto no requiere tratamiento concreto al no ser demasiado grave y justifica la rigidez en su caminar. Asimismo, le descubrieron una hernia de hiato, lo que le provoca reflujo y podría explicar su carraspeo más frecuente.
En tanto, O’Connor confirmó que Biden, quien cumplió 79 años la semana pasada y es el jefe de Estado de más edad en la historia del país, ya estaba "en condiciones" para "cumplir con sus obligaciones, y que está "sano" y "vigoroso". Sin embargo, le recomendaron controles rutinarios, lo que significaría otra colonoscopia en un plazo de entre siete y 10 años.
CFT/FL
