Los disturbios en Kazajistán, miembro de la OPEP+, sacuden los precios del petróleo, ya que los inversores temen que se presenten problemas de suministro, pero por el momento el mercado del uranio sigue intacto, aunque el país de Asia central es el segundo productor mundial.
“Los disturbios representan claramente un riesgo en el suministro del mercado mundial” del crudo, dice el analista Bjarne Schieldrop.
Durante la semana, los precios del petróleo ganaron alrededor del 5%, y el viernes, el Brent superó los 83 dólares por barril, “su nivel más alto desde la caída de los precios causada por la aparición de la variante ómicron a finales de noviembre”, según Carsten Fritsch, analista de Commerzbank.
Kazajistán es el mayor productor de petróleo de Asia central, con las 12ª reservas probadas de crudo del mundo, según la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA). En 2020 produjo un promedio de 1,8 millones de barriles diarios.
Es también el segundo productor de petróleo de los países socios de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), agrupados en la llamada OPEP+, por detrás de Rusia.
El oro negro representaba el 21% del PBI kazajo en 2020, según el Banco Mundial.
La producción de Tengizchevroil, la mayor empresa petrolera de Kazajistán, fue “ajustada de forma temporal debido a las protestas en el campo de Tengiz”, señaló Stephen Brennock, de PVM Energy.
Pero para numerosos analistas, nada indica que la producción de petróleo kazajo se verá afectada de forma significativa. El viernes, “la producción en los tres principales campos del país proseguía”, aseguró Brennock.
“Los disturbios en Kazajistán empujan al alza a corto plazo”, destacó Neil Wilson, analista de Markets.com. Prueba de ello, el viernes al cierre los precios del crudo cedieron un poco: el Brent retrocedía 0,28%, hasta 81,76 dólares hacia las 16.30 y el WTI 0,54% hasta 79,03 dólares.
Uranio. Kazajistán, el noveno país más extenso del mundo, cuenta con grandes cantidades de manganeso, hierro, cromo y carbón. También dispone de las segundas reservas identificadas mundiales de uranio, según el informe anual de materias primas Cyclope. Proveedor de las centrales atómicas francesas, genera 40% de la producción mundial.
Para Toktar Turbay, analista de CRU Consulting, la crisis actual podría suponer una “molestia menor” en el suministro, ya que China ha acumulado suficiente uranio para satisfacer sus necesidades en caso de problemas a corto plazo. Hay minas de uranio “en regiones remotas del óblast (provincia) del Turquestán, muy alejadas de las manifestaciones y disturbios actuales en el país”, explica.
Pero el analista advierte que “más de la mitad de las exportaciones de uranio kazajo están destinadas a China. Podría haber trabas logísticas para la entrega de productos en las fronteras, ya que los principales itinerarios pasan por la región de Almaty”, donde se dieron los peores disturbios.