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Los errores de Trump en la pandemia, la razón por la que Biden puede ganar

El demócrata encabeza las encuestas y es el principal favorito. Prometió un enfoque científico para combatir el Covid, en momentos en que el país enfrenta la tercera ola.

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Marea azul. Los demócratas apuestan por recuperar la Casa Blanca y el Senado. Lideran las encuestas, pero el final es abierto. | ap

“Sanar” es la palabra mágica de la campaña de Joe Biden. La repite en distintas ocasiones: cuando se refiere a la polarización y, también, cuando habla de la pandemia. Los demócratas acertaron al calibrar su campaña ante la irrupción del Covid-19, la madre de todas las razones por las que podrían ganar el 3 de noviembre. La deficiente gestión de Donald Trump de la mayor crisis sanitaria en un siglo fue un “game changer” en Estados Unidos, donde el coronavirus dejó 230 mil muertos y más de 9 millones de infectados. 

En momentos en que el país enfrenta su tercera ola, con 99.321 nuevos casos confirmados el viernes y 1.030 muertes, la pandemia se convirtió en la protagonista de la campaña. Y Biden supo acentuar las diferencias de liderazgo con el presidente. Recomendó usar barbijo, privilegió un enfoque científico de la crisis, repitió la necesidad de extender los testeos y asistir económicamente a la población. Trump, por el contrario, cometió todos los errores no forzados posibles. Dijo que el coronavirus “desaparecería milagrosamente”, recomendó inyectarse lavandina, y contrajo la enfermedad, tras burlarse de Biden por usar mascarilla.

En enero, el presidente parecía encaminado a la reelección. La economía crecía sostenidamente y los demócratas enfrentaban unas desgastantes primarias en las que el ala progresista, liderada por Bernie Sanders, amenazaba con tomar el control del partido. Pero Biden arrasó en Carolina del Sur y el establishment se encolumnó detrás suyo, sintiendo que era el candidato más “elegible” y la última esperanza blanca para no perder las riendas de la agrupación.

Biden fue paso a paso. Ganó las primarias y tendió la mano  virtuosamente al ala progresista sin espantar a moderados e independientes. Encerrado en el sótano de su casa en Wilmington, Delaware, esperó. Y el cisne negro se corporizó. 

Encuestas. Lo más probable es que Biden gane el voto popular, como hizo Hillary Clinton en 2016. El gran interrogante, entonces, es quién se impondrá en el Colegio Electoral, donde los candidatos necesitan obtener al menos 270 delegados para llegar a la presidencia. Según el promedio de encuestas elaborado por Real Clear Politics, el ex vicepresidente lleva 7,8% de ventaja a nivel nacional, pero en los Estados claves, que definirán al ganador, la brecha se acorta a 3,1%, es decir, está dentro del margen de error. Pero si Biden se impone en Michigan, Wisconsin, Pennsylvania (donde ganó Trump en 2016) y en Minnesota, allanará su llegada a la Casa Blanca. 

El voto anticipado enciende las esperanzas entre los demócratas. Casi 90 millones de personas ya sufragaron en Estados Unidos, con California, Texas y Florida como los distritos con más afluencia de votantes. La cifra impacta: en 2016 votaron 128 millones de estadounidenses.

Economía y violencia. Biden apuntó contra Trump, al señalar que durante su gestión se destruyeron 4,9 millones de empleos, la mayor parte  durante la pandemia. La economía ya no es el caballito de batalla del republicano, sino un terreno donde hay disputa de relatos. ¿Evaluará el electorado los primeros tres años de Trump en la Casa Blanca, en los que el desempleo llegó al 3,5%, su mínimo en los últimos 50 años? ¿O pondrá énfasis en 2020, donde trepó hasta 7,9%?

El otro tema que movilizará a los demócratas será la violencia policial contra los afroamericanos. El recuerdo del asesinato de George Floyd a manos de policías de Minneapolis y la reacción de Donald Trump, enviando fuerzas federales a esa ciudad y Portland, no condenando a grupos supremacistas blancos durante el debate y tras la masacre de Charlottesville, indignaron a buena parte de la ciudadanía, que reclama reformas policiales y penales. 

Biden, que impulsó en los 90 la Crime Bill, una ley que encarceló a miles de afroamericanos, promete oír el clamor de las minorías. “La compasión, la decencia, la ciencia, la democracia se juegan en la votación. Quiénes somos como nación. Cuáles son nuestros principios. Y lo más importante: quiénes queremos ser”, pronunció Biden en  agosto en la Convención Demócrata. Black Eyed Peas retomó ese discurso y le puso música, reversionando Where is the Love? “La pregunta es simple: ¿estamos listos? Yo creo que sí. ¡Debemos estarlo!”, dice el candidato en el video, que cierra con dos palabras tan mágicas como “sanar”: “Love. Vote”.