Los príncipes de Gales, Guillermo y Catalina, fueron uno de los focos de atención de la ceremonia de coronación de Carlos III que causó gran expectativa en la opinión pública local y mundial. En lo que fue considerado un hecho inusual, el heredero al trono del Reino Unido y su esposa fueron en subte (metro) a un bar donde fueron recibidos por una multitud de curiosos y fanáticos de la realeza británica.
El miércoles por la tarde londinense los portales de noticias se sorprendieron con la visita de parte de la familia real a un pub en Soho, en el centro de Londres. Se trataba del hijo del rey y su esposa que habían logrado evitar llamar la atención previa de la prensa para volcarse en su misión de mostrarse como una pareja moderna y cercana a la gente, esta vez utilizando transporte público y sumergiéndose en la multitud que buscaba una selfie y tomarle la mano al nieto de Isabel II.
"Noticia de última hora: miembros de la familia real visitan un pub en Soho", titularon los canales de televisión británicos mientras emitían imágenes del hijo mayor del flamante rey británico de 40 años junto a su esposa Catalina "Kate" Middleton, de 41 años. El lugar que eligieron fue un bar situado en un barrio popularmente conocido por su agitada vida nocturna.
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La actividad "popular" de Guillermo y Kate
La pareja heredera al trono británico realizó un viaje en la nueva línea isabelina del metro de Londres inaugurada en 2022, el año en que murió la monarca Isabel II. El pasado miércoles 3 de mayo sorprendieron a los usuarios al aparecer repentinamente en uno de los vagones en el tiempo que duraron tres paradas.
El destino final era ir a un conocido pub Dog and Duck en Soho para conocer los preparativos del establecimiento para recibir al aluvión de gente que se esperaba en la capital británica en el marco de las celebraciones por la coronación de Carlos III como rey de Reino Unido.
Después de saludar a la multitud congregada en la calle Bateman, los príncipes de Gales hablaron con los miembros del personal fuera del pub. Después, frente a las cámaras, Guillermo pasó detrás del mostrador para servirse su propia cerveza tirada.
Un distraído se cruzó a la familia real
Un detalle curioso fue que mientras estaban por entrar al establecimiento, una persona logró pasar la barrera de seguridad en su camino de regreso de la farmacia cercana, sin percatarse del motivo del tumulto. EEl insólito momento fue capturado por un usuario de TikTok que se encontraba expectante de la aparición de la pareja real. "Ninguna cantidad de seguridad podría evitar que este hombre llegara a donde necesitaba ir", indicó el usuario que posteó el divertido video.
En las imágenes se ve a Guillermo y Catalina conversando con el personal del pub en la entrada. De repente aparece un hombre que se dirigía desde la calle Frith sosteniendo una bolsa de papel, al parecer sin percatarse de que había rozado con sus pertenencias a la familia real. El hombre finalmente se dio cuenta de las cámaras y del motivo de la congregación, por lo que intentó "no arruinar las fotos", algo que causó risa entre los presentes, incluida la princesa de Gales.
Una monarquía impopular entre los jóvenes
Si bien Guillermo y Catalina intentan mostrarse como una pareja relajada, glamurosa y popular, tienen la difícil tarea de ser la cara visible de una monarquía golpeada por escándalos que desencantaron a gran parte de la población, en especial los jóvenes.
Según un sondeo de YouGov realizado el 17 de abril, apenas uno de cada cuatro jóvenes de 18 a 24 años (26%) piensa que la monarquía es algo "bueno" para Reino Unido, cuando en el conjunto de la población adulta interrogada esa opinión fue compartida por un 53%. El indicador es comparativamente menor con el mismo período en 2019 (48%). Un año antes, en 2018, Reino Unido había celebrado el matrimonio del príncipe Enrique (Harry) y su esposa Meghan, que se esperara que trajera "aire fresco" a la monarquía.
Sin embargo, una serie de escándalos socavaron la imagen. Harry, el hijo menor del flamante rey, no dejó de enfrentarse a su familia desde que se mudó a California en 2020. Mientras que el príncipe Andrés, hermano menor de Carlos, enfrentó una demanda por agresión sexual en Estados Unidos, que resolvió pagando varios millones de dólares a la mujer que lo acusaba.
