El presidente de Brasil, Lula da Silva, firmó ayer decretos que demarcan seis nuevos territorios para pueblos indígenas, los primeros desde 2018 y uno de ellos un vasto territorio en la Amazonía, durante una reunión de representantes de pueblos originarios en Brasilia.
Estas nuevas reservas, que garantizan a los indígenas el uso exclusivo de los recursos naturales preservando su forma de vida tradicional, son consideradas por los científicos como una de las principales barreras contra la deforestación de la Amazonía, cuyo control es uno de los objetivos prioritarios del gobierno.
“Es un proceso que lleva tiempo, pero vamos a trabajar para que se demarque la mayor cantidad posible de reservas indígenas. Si queremos lograr la deforestación cero para 2030 necesitamos el máximo de tierras demarcadas”, dijo el presidente Lula.
El mandatario hizo el anuncio en ocasión del cierre de la 19ª edición del campamento “Terra Livre” (tierra libre), un encuentro anual que esta semana reunió a miles de indígenas de todo el país en un área a cielo abierto en la capital de Brasil.
Ninguna nueva reserva fue creada bajo el mandato del ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022), antecesor de Lula, que había prometido antes de llegar al poder “no ceder ni un centímetro” a los pueblos originarios. Bajo la presidencia de Bolsonaro, la deforestación anual promedio aumentó en un 75% en comparación con la década anterior.
La última aprobación había sido el 26 de abril de 2018 bajo la presidencia de Michel Temer (2016-2018), referente a la tierra indígena Baia do Guató, un área de 20.000 hectáreas en el estado de Mato Grosso (centro-oeste).
Dos de las seis nuevas demarcaciones aprobadas ayer están ubicadas en la Amazonía, incluida la más grande, denominada Unieuxi, asignada a 249 indígenas de los pueblos maku y tukano, en más de 550.000 hectáreas en el estado de Amazonas, en el norte del país. Otras dos están ubicadas en el noreste del país, una quinta en el sur y la última en la región central.
Lula, de 77 años, firmó los decretos junto a destacados líderes indígenas, como el icónico cacique Raoni Metuktire, quien le obsequió y puso en la cabeza del mandatario un tradicional tocado de plumas azules y rojas.
“En cuatro años haremos más (por los pueblos indígenas) que en los ocho años que ya gobernamos el país (2003-2010)”, prometió el mandatario, que inició su tercer período de gobierno en enero.
Nuevos territorios. Según el último censo, que data de 2010, en el mayor país suramericano viven unos 800.000 indígenas, la mayoría en reservas que ocupan el 13,75% del territorio.
“Cuando se dice que ustedes ocupan 14% del territorio y creen que es mucho, es necesario recordar que antes de la llegada de los portugueses ustedes ocupaban el 100% del territorio”, dijo Lula, vitoreado por el público.
Se prevé que pronto haya nuevas demarcaciones aprobadas.
El mes pasado, la ministra de los Pueblos Indígenas, Sonia Guajajara, anunció que 14 territorios (incluidos los seis aprobados ayer) estaban listos para ser puestos bajo gestión indígena, abarcando un total de cerca de 900.000 hectáreas.
“Vamos a escribir una nueva historia, por el bien de toda la humanidad, de nuestro planeta”, dijo el viernes la ministra, poco antes de la firma de los decretos.