Desde el primer momento en que Lula da Silva asumió como presidente de Brasil hace apenas 4 meses desplegó una intensa política exterior con la idea de "volver al mundo" tras el paso de Jair Bolsonaro por el Planalto. Más que regresar, lo de Lula tiene más que ver con asumir el liderazgo brasileño en la escena internacional, como cabeza del país más poderoso de una región plagada de urgencias, entre ellas la financiera. Este rol lo ejerció en el encuentro que mantuvo con la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, con quien "conversó" sobre la deuda externa argentina.
La crisis de la deuda de países del "Sur Global" fue uno de los temas incluidos en la agenda de la Cumbre de Hiroshima 2023, considerando el riesgo que supone para la estabilidad del orden que tanto buscan conservar. La temática estaba apuntada en la abultada agenda de la "seguridad económica y financiera", el tercer eje en importancia que discutieron los líderes del G7 este sábado 20 de mayo.
Sin embargo, desde los miembros del G7 no hubo mención al respecto. Por contrario, fue Lula el que intentó llevarse algún avance sobre este tema que resulta determinante en los niveles de pobreza y hambre. En tanto, este sábado por la mañana (hora local) una fuente cercana al presidente de Brasil confirmó a PERFIL la reunión que éste mantendría con Georgieva, pautada para la tarde, en la que efectivamente llevó a la mesa el tema de la deuda externa argentina. "Lula conversará con la presidenta del FMI al respecto", aseguraron.
El caso argentino es tristemente célebre por tratarse del "mayor préstamo" otorgado por el FMI "en su historia", según declaró el presidente Alberto Fernández. El fantasma del default y las dificultades de Argentina para afrontar los multimillonarios vencimientos en medio de una sequía histórica y la estrepitosa caída de las reservas es un tema que no es ajeno al presidente de Brasil.
Previo a su viaje a Japón, Lula ya había anticipado mediante su ministro de Economía, Fernando Haddad, la "necesidad de socorrer a la Argentina" ante los titulares de las carteras de Economía y del Banco Central de los países del G7 reunidos el pasado fin de semana en la ciudad japonesa de Niigata.
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El inminente encuentro con Georgieva, en tanto, ocurrirá en el marco de las revisiones del acuerdo con Argentina y de la reciente publicación del informe de la Auditoría General de la Nación que cuestiona las facultades del exministro de Economía del macrismo, Nicolás Dujovne, para contraer el empréstito por 44.000 millones de dólares sin la aprobación del Congreso y a falta de un dictamen del BCRA con una evaluación del impacto en la balanza de pagos.
El viaje de Lula a Hiroshima
La intensa actividad diplomática de Lula lo llevó hasta Hiroshima, la ciudad emblema de la paz y la reconstrucción elegida por el primer ministro japonés en su cruzada por el desarme nuclear. De hecho fue el propio Fumio Kishida quien invitó al mandatario de los BRICS al foro que reúne a las siete potencias occidentales, invitados especiales y diversos organismos internacionales, entre ellos el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Lula desembarcó en Hiroshima en un gesto de amistad hacia los aliados occidentales, molestos con sus más recientes movimientos en política exterior. Entre ellos, la voluntad de inclinar a Ucrania y Rusia al diálogo, las críticas a la hegemonía del dólar, el viaje a Beijing y el acuerdo de swap sino-brasileño, o el recibimiento del canciller ruso, Sergei Lavrov, en Brasilia.
El titular del Planalto llegó a la ciudad japonesa para presentarse como una "tercera vía" ante los asuntos internacionales que polarizan a las potencias mundiales (como la guerra en Ucrania). También como representante de la agenda del "Sur Global", un concepto "novedoso" con el que los países industrializados suelen referirse a los emergentes y que incluso fue parte de la declaración conjunta del presidente estadounidense Joe Biden y el primer ministro japonés Fumio Kishida al concluir su reunión bilateral. Además de la deuda, Lula también impulsó la agenda de América Latina en términos de pobreza, seguridad alimentaria y los efectos del cambio climático.
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"El G7 le falló al Sur Global"
Sin embargo, hasta el momento la reunión del G7 dejó gusto a poco para los países emergentes. Así lo manifestó un representante de OXFAM, la organización internacional que lucha contra el hambre y la pobreza, presente en el G7.
“El G7 le falló al Sur Global en Hiroshima. Fallaron en cancelar deudas y en encontrar una solución al incremento del hambre a nivel global. Pueden resolver miles de millones para pelear en una guerra pero no pueden proveer la mitad de lo que la ONU necesita para las crisis humanitarias más críticas”, dijo Max Lawson, director de Política de Inequidad de OXFAM, en un breve diálogo con este medio.
“Si el G7 realmente quiere lazos más estrechos con los países en desarrollo y obtener mayor apoyo para la guerra en Ucrania, entonces pedirle a los líderes del Sur Global que viajan a través del mundo por algunas horas no va a ser suficiente. Necesita cancelar las deudas y hacer todo lo que sea necesario para eliminar el hambre”, sentenció.