“Si alguien quiere hacerme oposición, que la haga en 2010, cuando no seré más candidato”, declaró hoy el presidente reelecto de Brasil, Luiz Inacio “Lula” da Silva, en un discurso pronunciado en la ciudad industrial de Guarulhos (San Pablo), en el que además prometió anunciar en las próximas semanas medidas destinadas a "destrabar" económicamente el país para poder iniciar su segundo mandato el 1º de enero "actuando en forma más osada y más fuerte".
En un claro mensaje hacia sus adversarios políticos, Lula agregó que “en este segundo mandato tenemos que probar que podemos gobernar a Brasil de una forma diferente a la actual”, y que su relación con dos de los líderes opositores (José Serra y Aécio Neves) “es histórica, de 20, 30 años, y no de una elección”, por lo que para él “la disputa ideológica terminó el día del recuento de votos”.
En referencia al mandato que iniciará el primer día de 2007, Lula afirmó que su desafío es "combinar en forma mucho más fuerte una política de desarrollo económico con una política de desarrollo social, aliada a una política de educación de calidad para que podamos, con desarrollo, generar renta, riqueza y distribución de esa renta y, con una fuerte política social, ayudar a las capas más pobres de la población brasileña".
El mandatario pronosticó que su segundo mandato será "más difícil, pero más sabroso" que el primero: "Ahora, ya no nos compararemos a los gobiernos anteriores, sino a nuestros programas, a los compromisos que asumimos durante la campaña y al primer mandato".
"Tendré que demostrar que puedo hacer más de lo que hice. Tendré que demostrar que podemos hacer de Brasil una gran economía, que podemos tener orgullo de ser brasileños", agregó.
Lula no reveló detalles del programa de estímulo a la economía que está en estudio, pero aseguró que no incluye medidas que impongan sacrificios a la población como el drástico recorte de gastos públicos demandado por empresarios.
Según el presidente, Brasil "ya hizo todos los sacrificios que debía hacer " y la población "ya pagó por todos los pecados que cometió", por lo que ahora los brasileños deben "empezar a cosechar algo de beneficios del Estado".
El discurso de Lula coincidió con la divulgación de un comunicado oficial en el que el Ministerio de Planificación corrige hacia abajo -del 3,7 al 3,2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB)- su previsión para el crecimiento económico en 2006.
El Ministerio anunció además un recorte presupuestario de 224 millones de dólares ante los indicios de que la recaudación fiscal será menor que la esperada inicialmente, y será insuficiente para asegurar el cumplimiento de la meta del gobierno de cerrar este año con un superávit primario equivalente al 4,25 por ciento del PIB.
Fuente: DPA