El expresidente de Brasil Luiz Inácio “Lula” da Silva deberá presentarse ante las autoridades de su país en menos de 24 horas para cumplir la pena de 12 años y un mes de reclusión (y 280 días de multa) luego de que el juez Sérgio Moro dispusiera la detención del exmandatario. De acuerdo con el fallo dado a conocer este jueves, “Lula” permanecerá en una celda acondicionada especialmente para él y no utilizará esposas “en atención al cargo que ocupó”.
El gesto no es casual. El magistrado intenta evitar la difusión de Da Silva esposado, una imagen que representaría un escándalo en la política brasileña. También reafirma su interna con otros jueces del Lava Jato, con quienes no coincide sobre el uso excesivo de esposas en pies y manos en los detenidos por esta megacausa. En enero, se conocieron fotografías del exgobernador de Rio Sérgio Cabral -detenido con prisión preventiva- mientras era trasladado de Rio a Curitiba. Llevaba esposas en manos, unidas a un cinturón, y en los pies. La imagen generó un escándalo en todo el país y pedidos de informes formales ante la Justicia. Esta vez, el juez que lleva a Lula a prisión fue categórico: “Está vedada la utilización de esposas en cualquier caso”.
La medida llega a menos de 24 horas de que el Tribunal Federal Supremo de Brasil rechazara el hábeas corpus interpuesto por los abogados de Da Silva y autorizara a la Justicia a solicitar la detención del exsindicalista, condenado junto al presidente de la constructora OAS, José Adelmairo Pinheiro Filho y el director del área internacional de la empresa, Agenor Magalhaes Medeiros, por los delitos de corrupción y lavado de dinero.
Demoras. En el fallo dado a conocer, el juez Moro cuestionó las sucesivas actuaciones de los abogados defensores. “No caben más recursos con efectos suspensivos (de las condenas)”, apuntó el magistrado, que indicó que “no hubo diferencias” en las resoluciones posteriores de los tribunales de segunda y tercera instancia. “Los hipotéticos embargos de declaración de los embargos de declaración constituyen apenas una patología dilatoria que debería ser eliminada del mundo jurídico”, cargó.
Solo. A diferencia del resto de los detenidos, Moro dispuso que Lula da Silva, se presente de forma voluntaria antes de las 17 del viernes 6 de abril ante la Policía Federal de Curitiba. “En razón de la dignidad del cargo que ocupó”, el expresidente será alojado en una sala reservada, en la Superintendencia de la Policía Federal. El dirigente -que hasta ahora lideraba encuestas para volver a la Presidencia- estará separado del resto de los otros presos, de modo de resguardar su “integridad moral y física”.
