Las “excelentes relaciones” entre España y Marruecos duraron poco menos de un mes. Los guiños entre el rey Juan Carlos y su par, el marroquí Mohamed VI, podrían acabar si el cuerpo diplomático de cada país no logra poner fin al escándalo provocado por los últimos indultos de la casa real norafricana, que beneficiaron a 48 españoles presos en Marruecos, entre ellos, un pedófilo reincidente.
Tras seis días de multitudinarias protestas en las calles y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad de ese país, Marruecos decidió anular la amnistía contra Daniel Galván, ciudadano español condenado en 2011 a 30 años de prisión en la cárcel de Kenitra por haber abusado sexualmente de once niños de entre 4 y 15 años. El caso no sólo apunta a generar un nuevo roce entre ambos países, sino que trae a la agenda marroquí una vieja problemática: el abuso de menores.
De acuerdo con diversas ONGs, la violencia sexual contra niños, niñas y adolescentes son una constante en el país, en especial por las lujosas redes de trata que operan en las principales ciudades del país. Mientras UNICEF alerta sobre "el creciente número de niños marroquíes que son víctimas de abusos sexuales", la ONG "Touche pas à mon enfant" acusa que 26.000 niños son violados al año en ese país.
Quién fue. Aunque Marruecos no acusa directamente a España por la confección del listado de los convictos a indultar, impulsada por el Centro Nacional de Inteligencia español (CNI), desde el Palacio de Rabat aseguran que "el soberano nunca habría consentido" que el pedófilo "pudiera cesar de purgar su pena, de cara a la atrocidad de los crímenes monstruosos por los que fue condenado".
Mohamed VI ordenó una "investigación exhaustiva para determinar las responsabilidades y los puntos de falla que han podido llevar a esta lamentable liberación e identificar a la persona o a las personas responsables de esta negligencia para tomar las sanciones necesarias".
Si bien el comunicado real difundido por la agencia de noticias MAP aseguró que el ministro de Justicia, Mustafa Ramid, deberá analizar con sus pares en Madrid "las próximas etapas a dar a esta anulación de indulto", son varias las versiones que sugieren que Galván habría abandonado el país el 31 de julio, tras obtener un salvoconducto en el Consulado español. De hecho, el diario El País asegura que el hombre volvió el jueves a España.
La marcha atrás del indulto -que resultaba irrevocable- llevó un “carácter excepcional” de parte del monarca, que se mostró profundamente molesto por el incidente, que podría generar una nueva crisis en el gobierno del primer ministro Abdelilah Benkiran.
Según sostiene la nota oficial, Mohamed VI "nunca fue informado, de ninguna manera y en ningún momento, sobre la gravedad de los crímenes abyectos por los que el interesado (Galván Viña) había sido condenado".
Junto con otros 47 presos de origen español, Galván integraba una lista de convictos, confeccionada luego de la visita oficial del Rey Juan Carlos de España a Rabat, en julio de este año, en la que pidió por la libertad de los españoles apresados en Marruecos. En nombre de las “excelentes relaciones” entre España y Marruecos, fueron indultados por el rey Mohamed VI -única persona en el país con capacidad para amnistiar condenados- durante la Fiesta del Trono, la principal celebración del calendario político marroquí. El gesto del monarca fue interpretado por la casa real española como "una muestra singular de amistad entre los dos pueblos". Sin embargo, nadie sabe quién incluyó al pederasta en la nómina.
Explicaciones. Mientras el PP sigue sin poder dar fin al cúmulo de denuncias que aquejan al gobierno de Mariano Rajoy, el PSOE exigirá en las próximas horas que el oficialismo dé explicaciones en el Parlamento sobre el acuerdo entre ambos países, dada la "extrema gravedad" del caso, sobre el que no ha hecho referencia alguna.
De acuerdo con los principales medios españoles, la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, exhortará al Ejecutivo a que especifique qué área de gobierno sugirió el indulto a esa persona y con qué argumentos lo hizo, en especial ante las llamativas versiones sobre el misterioso pasado de Galván: nacido en la ciudad iraquí de Basora, habría sido un colaborador del CNI y otros servicios secretos extranjeros, involucrados en la caída del dictador Saddam Hussein.
(*) Editora de Perfil.com