A diez años de casarse con príncipe Guillermo Alejandro de Orange-Nassau, heredero de los Países Bajos, y convertirse en princesa, Máxima conserva la sencillez y frescura con los que conquistó a su prometido y enamoró al pueblo holandés. Pero además, a lo largo de estos años, supo imponer su propio estilo, no sólo en la forma de vestir sino también en la manera de hacer las cosas.
El look de Máxima cambió en este tiempo pero siempre conservó unos rasgos característicos. Desde el inicio de su relación con el príncipe Guillermo, en 1999, Máxima ha impuesto estilo entre muchas de sus súbditas. Amante del color y los accesorios, luce sombreros con elegancia para cada ocasión y estampados jugados.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Hoy más que nunca Suscribite