Pese a que la retirada de las tropas rusas en Ucrania había comenzado, los ataques aéreos se intensificaron durante los últimos días en las ciudades que aún resisten a la escalada rusa. En ese sentido, el líder del Kremlin, Vladimir Putin, prepararía una “megabomba” para poner fin al conflicto.
La gran disputa sobre el territorio se da en Mariúpol, ciudad custodiada por las tropas rusas y con una fuerte resistencia de guerrillas improvisadas ucranianas. Por esto mismo, el consejero del alcalde de la ciudad, Petro Andriushchenko, alertó sobre la “intención de lanzar un asalto a la empresa Azovtal y al puerto, luego de descargar bombas de alta potencia como las FAB-3000 y otras”, según informó la agencia Ukinform.
La alarma se encendió cuando las tropas rusas comenzaron a trasladar los bombarderos TU, que se utilizan para transportar las FAB-3000, que son capaces de penetrar el blindaje de hasta 28.8 centímetros de espesor.
Sin embargo, las fuerzas rusas amenazan ya hace 10 días con utilizar este explosivo cargado de TNT sobre la empresa de acero Azovstal, ya que el 6 de abril comenzó a circular en Telegram una imagen en la que se puede ver a una de estas bombas siendo preparada para golpear a la compañía.
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La bomba FAB-3000
Lejos de ser una nueva arma, la bomba FAB-3000 fue diseñada para atacar instalaciones industriales, urbanas y portuarias durante el auge de la Unión Soviética en el siglo pasado.
Se trata de un explosivo no guiado, razón por la cual necesita de los TU, que tiene una masa explosiva de 1.400 kilogramos y un radio de destrucción total de 46 metros. Sin embargo, la dispersión de fragmentos alcanzaría los 260 metros.
Estas bombas fueron utilizadas por los bombardeos soviéticos durante la guerra de Rusia con Afganistán en la década de ´80, conflicto que inició los enfrentamientos en el país asiático que se mantienen hasta la actualidad.
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La situación en Mariúpol
Mientras los ucranianos resisten a la acometida rusa, el presidente del territorio en conflicto, Volodimir Zelenski, advirtió a Moscú que “la eliminación” de los soldados en Mariúpol terminaría con cualquier negociación de paz.
Más allá de los asesinatos perpetrados por las tropas del Kremlin, similares a los actos cometidos en Bucha, el cerco que se estableció sobre la ciudad prohíbe el ingreso y la provisión de alimentos.
Por esto mismo, los ciudadanos que aún resisten en Mariúpol no solo son acechados por los militares rusos, sino que también pasan hambre y sed, por el faltante de agua.
RdC / ED
