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La Primera Dama ms poderosa del mundo

Michelle y Cindy, el poder "detrás del trono"

Las esposas de Obama y McCain jugaron un papel preponderante en la larga campaña electoral. Ambas representan los extremos sociales del país del Norte.

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| Cedoc

Se dice que las mujeres influencian a los hombres. Son famosas las historias donde las esposas cambiaron la vida de grandes mandatarios, aunque lo opuesto también es válido. Aquí algunos detalles para conocer un poquito más a la futura Primera Dama del país más poderoso del mundo:

Cindy Hensley
(54) era una maestra allá por 1979 cuando conoció a John McCain. Es hija de un acaudalado distribuidor de una de las cervezas más importantes de Estados Unidos. Nacida en Arizona, en su juventud fue condecorada por su belleza como Reina Junior del Rodeo cuando tenía 14 años. Estudió en una universidad de California Educación pública, y se entrenó con chicos con problemas de desarrollo. Conocer a Cindy, llevó a McCain a dejar a su primer esposa (Carol). En el año 1982, ella colaboró directamente con John McCain en su primera campaña para llegar al Congreso.

Los padres de Cindy, se dice, aportaron económicamente y proveyeron contactos que ayudaron al actual senador a ganar en Arizona. Ella fundó un movimiento filantrópico llamado el Grupo de Médicos Voluntarios de Estados Unidos, organizando viajes para doctores y enfermeras interesados en áreas del mundo como Vietnam, Kuwait, Zaire, India, Bangladesh, entre otras. En esta última locación conoció a la Madre Teresa. Allí adoptó a una niñita que necesitaba tratamiento médico y la trajo a Estados Unidos con tres meses de vida. Con Mc Cain además tuvo dos hijos y una hija. En los años '90 tuvo problemas por adicción a los medicamentos.

En el año 2000 se transformó en una mujer de negocios y junto a sus hijos, se hizo cargo de la empresa de su padre. Ella sigue involucrada con muchas organizaciones caritativas y ha seguido viajando activamente, incluido países como Camboya, Sri Lanka, y Angola. Hace 4 años sufrió un infarto cerebral por alta presión que la limitó en sus movimientos por un tiempo y le afectó la capacidad de la memoria. Recuperada, participó activamente en la campaña de su marido y hasta tuvo un papel destacado en la convención Republicana este año.

Por su parte, Michelle LaVaughn (44), la esposa de Barack Obama, es una abogada nacida en Chicago. Su carrera universitaria siempre fue en centros educacionales de gran prestigio. Se graduó en Princeton y realizó un Postgrado en Harvard. En un estudio jurídico donde trabajaba conoció a Obama cuando le tocó entrenarlo para una pasantía de verano. Ambos, aparte de trabajar juntos, iniciaron una relación y se casaron en 1992. Del matrimonio nacieron dos hijas.

Michelle continuó su carrera en el ámbito público, trabajando para la Alcaldía de Chicago, en la Comisión de planeamiento y Desarrollo. Desde el año 1996 -actualmente part time-, trabaja para la Universidad de Chicago, en distintas posiciones relacionadas con centros médicos universitarios, institutos educacionales intermedios, programas de reinserción y actividades de desarrollo social.

En la campaña la esposa de Obama fue invitada a los principales programas de TV, y también se ha mostrado activa en distintos actos. Defensora del modelo del “cambio”, participó en muchos encuentros para lograr apoyo económico a la campaña. Michelle es conocida como carismática, centrada pero no le tiene miedo a las cámaras. Ella misma ha tenido un encendido discurso en la convención Demócrata. Algunos medios dicen que Michelle tiene mucho carácter y que sigue siendo muy influyente en la vida pública de Barack. Hasta fue la que lo obliga a dejar de fumar al senador, como condición para trabajar con él.

Ambas mujeres son, a la vista de lo comentado, muy formadas en la vida profesional, elegantes e inteligentes. En pocos días una de ellas pasará a ser la primera Dama de los Estados Unidos.

(*) Especial para Perfil.com