Miles de personas tomaron las calles en varias ciudades de Perú este jueves para exigir nuevas elecciones y la liberación del expresidente Pedro Castillo que fue detenido bajo acusación de rebelión y conspiración por la fiscalía peruana tras un fallido autogolpe.
El Congreso, dominado por opositores a Castillo resolvió destituir al mandatario y, en su lugar, asumió el mando del país la vicepresidenta Dina Boluarte que condenó el intento del expresidente de disolver el Poder Legislativo.
Ante esto, adherentes al expresidente exigen la renuncia de la flamante presidenta -la primera mujer en dirigir a Perú- a quien muchos tildan de "traidora" por haber asumido el cargo y cuestionado a su compañero de fórmula.
En Lima, una protesta de cerca de un millar de personas marchó hacia el Parlamento, donde fue dispersada por la policía con gases lacrimógenos y donde se produjo la detención de al menos tres manifestantes, según constató la AFP.
"¡Pedro Castillo, Perú está contigo!" y "¡Si no hay liberación, habrá revolución!" eran algunos de los cánticos que se escuchaban en el recorrido de unas diez cuadras por el casco histórico de la capital, que era custodiado por las autoridades.
La movilización fue controlada por las fuerzas de seguridad ya entrada la noche, luego de que los manifestantes incendiaran algunas barreras de control de tráfico vehicular.
"Estoy marchando por defender a mi presidente Pedro Castillo, que lo han vacado (destituido) injustamente. Han hecho lo imposible para sacar a Castillo, desde el momento que ha entrado no lo han dejado trabajar", dijo a la AFP Mery Colque.
"Vivimos en un golpe de estado decretado por el Congreso golpista. No puede ser que un grupito de 100 personas saque a un presidente elegido por millones", cuestionó Ana Zevallos.
Las protestas también se reportaron en varios departamentos y ciudades del interior de Perú como Chota (Cajamarca, cuna de Castillo), Trujillo, Puno, Ayacucho, Huancavelica y Moquegua.
Las manifestaciones comenzaron la noche del miércoles, cuando cientos de simpatizantes y de opositores de Castillo se concentraron frente a la prefectura de Lima, donde estuvo detenido antes de ser trasladado a la base de las fuerzas especiales de la policía, ubicada al este de Lima.
"Cierre el Congreso, nido de ratas", se leía en una pancarta a favor del mandatario caído, mientras que a unos metros, otro grupo quemaba camisetas con el rostro de Castillo.
Detención de Castillo
El jueves pasado un alto tribunal peruano dictó siete días de prisión preliminar para Castillo. “Juzgado Supremo de Investigación Preparatoria, a cargo de juez Juan Carlos Checkley, dispone siete días de detención preliminar contra el expresidente Pedro Castillo, investigado por el delito de rebelión (alternativamente conspiración)", tuiteó el Poder Judicial.
Durante la jornada el expresidente, un maestro rural de 53 años recibió la visita de algunos parlamentarios afines y en la audiencia declinó hacer uso de su derecho a defensa para replicar las imputaciones, cediendo la palabra a sus abogados. "Resulta claro que acá no se ha configurado el delito de rebelión" porque este no se concretó, alegaron los defensores de Castillo.
De ser hallado culpable, Castillo podría enfrentar una pena de entre 10 y 20 años de prisión.
La flamante presidenta
Durante su primer día como presidenta, Dina Boluarte recibió a líderes de las bancadas opositoras en el Congreso en busca de un consenso para formar un nuevo gobierno.
Perú lleva dos días sin gabinete ministerial dado que todos los ministros de Castillo habían renunciado en cascada en rechazo a lo que consideraron un autogolpe.
Boluarte, abogada de 60 años, dijo que pensaba gobernar hasta cumplir su mandato en julio de 2026, aunque no ha descartado del todo llamar a elecciones generales en medio de la incertidumbre sobre el porvenir del país.
"Hay algunas voces que indican adelanto de elecciones, creo que la asunción a la presidencia es para reorientar lo que sucede en el país. Más adelante, en coordinaciones con otras organizaciones, estaremos viendo alternativas de (cómo) mejor reorientar los destinos del país", sostuvo.
Apoyo de México, Venezuela y Colombia
Desde que Castillo asumió la presidencia en julio de 2021, vivió bajo el asedio del Congreso y la fiscalía, que lo acusa de dirigir una presunta "organización criminal" que reparte contratos públicos a cambio de dinero.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, expresó el jueves su "preocupación" por la situación política en Perú y condenó "todo intento por subvertir el orden democrático", según un comunicado.
Por su parte, los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador; Venezuela, Nicolás Maduro; y Colombia, Gustavo Petro, responsabilizaron a las élites de Perú de "arrinconar", en palabras de este último, a Castillo desde su llegada al poder.
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