Pedro Castillo, el líder peruano destituido el miércoles por tratar de disolver el Congreso, enfrenta hasta 20 años de prisión si es declarado culpable del delito de rebelión, en momentos en que México le ofrece asilo político.
El fiscal federal Marco Huamán pidió el jueves al juez Juan Carlos Checkley que mantenga a Castillo, quien se encuentra detenido en un recinto policial en las afueras de Lima, bajo detención preliminar durante una semana mientras investiga el intento de golpe de Estado del expresidente. Si es declarado culpable, podría cumplir una pena de entre 10 y 20 años de cárcel, dijo Huamán.
La decisión de Castillo de disolver el Congreso, redactar una nueva Constitución, decretar toque de queda y reorganizar los tribunales “tipifica el delito de rebelión”, dijo el fiscal durante la primera presentación del destituido presidente ante un juez tras el intento de golpe del miércoles, añadiendo que podría escapar si no es detenido. El sospechoso hallado culpable de tal delito “será sancionado con pena privativa de libertad no menor de 10 ni mayor de 20 años”, dijo Huamán.
Acusado del "delito de rebelión", Castillo seguirá detenido y México le ofreció asilo
Ante la posibilidad de ser destituido mediante un proceso de vacancia presidencial, Castillo intentó disolver el Congreso durante nueve meses, redactar una nueva Constitución e imponer un toque de queda. El anuncio provocó una reacción inmediata, con la renuncia masivas de ministros y declaraciones de los militares en contra de los planes. Los legisladores se apresuraron a destituir a Castillo por “incapacidad moral permanente”.
El expresidente fue detenido en las calles de Lima cuando intentaba llegar a la embajada de México para luego huir de Perú, dijo Huamán.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, confirmó en una conferencia de prensa el jueves que Castillo se puso en contacto con su oficina y se dirigía a la embajada, pero las autoridades peruanas y los ciudadanos bloquearon el acceso. AMLO, como se conoce al presidente, le había dicho a su canciller que se asegurara de que la embajada estuviera lista para recibir a Castillo.
Pedro Castillo fue encarcelado en el penal de Barbadillo, el mismo de Alberto Fujimori
“Busqué a Marcelo Ebrard, le informé y le dije que hablara con el embajador y que se abriera la puerta de la embajada como apego a nuestra tradición de asilo”, dijo AMLO.
Castillo, de 53 años, que pasó la noche en el centro de detención que también alberga al expresidente Alberto Fujimori, autor del anterior golpe presidencial en Perú en 1992, permaneció casi en silencio durante la audiencia en línea, remitiéndose a sus abogados.
El expresidente izquierdista no emprendió un levantamiento armado y no existe riesgo de fuga, dijo el abogado defensor Víctor Pérez. Tampoco hay documentos firmados que demuestren que de hecho ordenó formalmente la disolución del Congreso, lo que anunció en un vídeo transmitido antes de su destitución, dijo.
Checkley dijo que emitiría un fallo lo antes posible dentro de los plazos establecidos por la ley peruana.
