El descubridor del alucinógeno LSD, Albert Hofmann, murió a los 102 años, confirmó a la agencia de noticias dpa una vocera de la comunidad de Burg im Leimental, cerca de Basilea, donde vivía el investigador retirado. Hofmann trabajaba en la empresa farmacéutica Sandoz tras estudiar química y en 1943 se topó por accidente con las propiedades alucinógenas del LSD (dietilamida de ácido lisérgico), sustancia que había descubierto cinco años antes.
El LSD, prohibido en los años 60, es hoy interesante de nuevo para los médicos y psiquiatras. El gobierno suizo aprobó hace dos años un estudio piloto para investigar los efectos de la droga en pacientes muy enfermos. El objetivo es establecer si el LSD puede tener un efecto positivo para la psicoterapia. También si es posible tomar la droga sin riesgos.
Antes de la prohibición mundial del LSD se hicieron muchos estudios, el primero en Suiza en 1947. Investigadores de todo el mundo hicieron además un llamamiento cuando Hofmann cumplió 100 años para que haya un análisis sin prejuicios del LSD y sustancias emparentadas.
El LSD es uno de los alucinógenos conocidos más poderosos. Incluso en dosis de un millonésimo de gramo tiene efectos que duran entre ocho y 12 horas. Los consumidores tienen estados alterados de conciencia: cambian las perspectivas y se transforma por completo la percepción de los colores y las sensaciones coporales.
El efecto depende mucho del estado anímico, y por ello pueden aparecer asimismo pánico, estados de locura y terrores. En personas predispuestas, dosis demasiado altas pueden generar psicosis. Además, se pueden producir efectos alucinógenos incluso meses después del consumo ("flash backs").
El LSD se presenta en píldoras, papel secante o gelatina. Se produce en laboratorios ilegales, entre otros en Holanda y Europa del Este. En la naturaleza aparece como parte de un hongo que crece como parásito en los cereales (cornezuelo del centeno).
Fuente: DPA