Con la presidencia de la Argentina, los 15 miembros del Consejo de Seguridad pidieron moderación al gobierno de Egipto y a los manifestantes, pero no lograron ponerse de acuerdo para emitir una declaración formal. En tanto, el Secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Políticos, Jeffrey Feltman, viajará “la semana próxima” a El Cairo para reunirse con autoridades egipcias, en un esfuerzo por bajar la intensidad del conflicto.
La reunión del Consejo, que fue dirigida por la embajadora argentina Marita Perceval, se realizó a pedido de Francia, Reino Unido y Australia, tras la sangrienta represión del miércoles contra los Hermanos Musulmanes. Según un diplomático del organismo, los países buscaron definir “un enfoque común para promover una desactivación” de la crisis.
Tras su gira actual por Medio Oriente, el Secretario general Ban Ki-moon “pidió a Feltman que realice consultas regionales en varios países”, declaró el vocero adjunto de la ONU, Eduardo del Buey. “Algunas de esas etapas aún deben ser decididas, pero Feltman espera reunirse con interlocutores egipcios en El Cairo la semana próxima”, agregó el funcionario.
En tanto, el presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, pidieron ayer “una concertación urgente a nivel europeo” sobre la crisis egipcia. El mandatario francés y la canciller alemana pidieron “que los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE) se reúnan rápidamente, la semana próxima, para analizar la cooperación con Egipto y elaborar respuestas comunes”, según comunicó el Palacio del Elíseo.
Por su parte, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, anunció el jueves la cancelación de ejercicios militares conjuntos entre su país y Egipto tras condenar “enérgicamente” la brutal represión contra manifestantes opositores, pero sin llegar a cortar la ayuda militar de 1300 millones de dólares anuales a las Fuerzas Armadas de ese país.
El rey Abdalá de Arabia Saudita, representante de los sunitas, proclamó su apoyo a las autoridades egipcias “contra el terrorismo” y advirtió del peligro de “injerencias” en los asuntos internos de El Cairo.
