Nueva York se transformó en el epicentro dentro del epicentro de la pandemia global. El estado registraba ayer más de 100 mil casos de coronavirus, más de un tercio de los 273 mil reportados en todo Estados Unidos, y 2.935 muertos por contraer el coronavirus. Solo en la ciudad de Nueva York había 57 mil infectados y 1.584 víctimas fatales, escenario que llevó al alcalde Bill de Blasio a advertir que mañana será el “día D” en el que podría colapsar el sistema sanitario si no recibiera asistencia del gobierno de Donald Trump.
“Si no recibimos un refuerzo, en particular de respiradores y más personal sanitario, después del domingo tendremos un problema en brindar atención a los que la necesiten”, declaró ayer el demócrata en la cadena CNN. “Hay un peligro de que empecemos a perder vidas que podrían ser salvadas. El domingo es el ‘día D’. Necesitamos asistencia para esa fecha”, instó De Blasio.
En tanto, el gobernador Andrew Como informó que en las últimas 24 horas se registraron 10.482 casos positivos y 562 muertos. “No voy a dejar morir a la gente porque no redistribuimos los respiradores”, dijo el dirigente, que firmó un decreto para trasladar los equipos de hospitales con menores necesidades a los que están en focos de contagio. “No tenemos suficientes”, agregó, al borde de la desesperación. La cantidad de víctimas fatales se duplicó en los últimos tres días, demostrando una aceleración similar a la registrada en Italia y España.
Las autoridades temían ayer no contar con suficientes camas de terapia intensiva en el pico del brote, que estaría próximo a llegar, ni tampoco con el suficiente personal para atender a los pacientes.
La Gran Manzana estaba paralizada por la pandemia, con los comercios no esenciales cerrados y sin un alma en la calle. Camiones frigoríficos recogían cuerpos en Brooklyn, trabajadores de la salud protestaban por los pocos recursos con los que contaban, y uno de cada seis policías estaba fuera de servicio por enfermedad o en cuarentena.
La parálisis también llegó a la Justicia. La Suprema Corte de Estados Unidos suspendió las sesiones de abril, en una medida destinada a garantizar el distanciamiento social de su personal.
Pedido oficial. De Blasio urgió a los vecinos a cubrir sus rostros cuando salgan a la calle para ayudar a contener el avance del nuevo coronavirus, luego que Anthony Fauci, el principal epidemiólogo de Estados Unidos, advirtiera que el virus podría propagarse por el aire. “Es una cobertura del rostro. Puede ser una bufanda. Puede ser algo que ustedes mismos fabriquen en casa. Puede ser una bandana”, dijo el alcalde, al tiempo que desalentó el uso de barbijos para reservarlos para el personal médico.
Recuperados. La agencia estadounidense de medicamentos, la FDA, dio su visto bueno a ensayos con el plasma de pacientes recuperados como tratamiento contra el coronavirus. Diana Berrent terminó su cuarentena y se unió a la batalla contra la pandemia, donando sus valiosos anticuerpos que, según investigadores, podrían ayudar a otros enfermos de Covid-19. “Podríamos ser superhéroes”, afirmó la fotógrafa de 45 años. “Vivimos tiempos inéditos, preocupantes, en los que no controlamos nada, pero nosotros, los supervivientes, podemos ayudar”, agregó.
El plasma es la parte líquida de la sangre que concentra los anticuerpos tras una enfermedad. El de los pacientes curados ya resultó eficaz en estudios a pequeña escala contra enfermedades infecciosas como el ébola o el SARS. Según Bruce Sachias, responsable médico del Centro de Extracciones de Sangre de Nueva York, los experimentos no aspiran a encontrar una solución milagrosa para la pandemia. “Debemos ser conscientes del hecho de que aún estamos en territorio desconocido”, aseguró.
En Estados Unidos, 9.445 personas que contrajeron coronavirus ya se recuperaron. En cambio, más de 7 mil perdieron la vida, una cifra que puede aumentar en los próximos días.
Aumento del desempleo enciende las alarmas
La economía estadounidense perdió 701 mil empleos en marzo y la tasa de desempleo subió hasta el 4,4%, en plena pandemia de coronavirus, informó ayer el Departamento de Trabajo de ese país.
El dato es alarmante, ya que se trató de la mayor pérdida de empleos desde marzo de 2009, cuando la crisis financiera hundió las economías mundiales.
En febrero, la tasa de desocupación estaba en el 3,5%, el nivel más bajo en cincuenta años, y en marzo experimentó la mayor subida mensual en más de 45 años.
Los sectores del ocio y el turismo, que están entre los primeros en sufrir el impacto de las restricciones de viaje, perdieron 459 mil puestos laborales, según el informe del gobierno. Pero también se registraron notables pérdidas en los sectores de la salud, el comercio minorista y los servicios empresariales. Los datos de abril tampoco prometen ser esperanzadores.
El aumento del desempleo impactó en Wall Street, donde el Dow Jones cayó 1,7% y el Indice Nasdaq 1,5%. El S&P 500, por su parte, bajó 1,5%, en un día negro para los mercados.