A bordo de un flamante autobús blindado de 1,1 millones de dólares, Barack Obama emprendió su recorrido de tres días por Minnesota, Iowa y su estado adoptivo, Illinois, cuyos ciudadanos lo llevaron a la presidencia en las elecciones de 2008, por lo que no puede darse el lujo de perderlos si pretende lograr un segundo mandato en los comicios de 2012.
Sus rivales republicanos calificaron inmediatamente esta iniciativa del Presidente como una “gira mágica de la pobreza” o de “cabalgata al final de la deuda”, en referencia a la situación económica del país.
La Casa Blanca dijo que Obama, debilitado por los debates con los republicanos por el tema de la deuda, con una recuperación económica débil, un desempleo de 9,1% y cuestionamientos a su capacidad de liderazgo, quiere escuchar a los votantes tras haber pasado semanas retenido en Washington.
“El Presidente está impaciente por salir de Washington”, señaló su director de comunicaciones, Dan Pfeiffer. “Durante los debates por elevar el techo de la deuda, tuvimos la sensación de haber estado atrapados aquí muchas, muchas semanas”, añadió. Obama “espera con impaciencia viajar de regreso a su hogar en Illinois, a Minnesota y también, por supuesto, a Iowa, que siempre fue un lugar que tuvo una conexión especial con este presidente y con la Casa Blanca”, indicó Pfeiffer.
Iowa es el estado en el que Barack Obama salió realmente de las sombras cuando ganó el primer enfrentamiento entre candidatos demócratas contra Hillary Clinton durante las primarias de 2008.
Ese estado es también el epicentro de la carrera por la investidura republicana para la elección presidencial de noviembre de 2012, en la que se enfrentará una serie de precandidatos que denuncian virulentamente los resultados de la administración Obama en materia económica y de empleo.
El gobernador republicano de Texas, Rick Perry, quien se declaró oficialmente precandidato este fin de semana y que parece ser uno de los tres favoritos del partido, también estuvo ayer en Iowa.
La representante por Minnesota, Michele Bachmann, emblema del movimiento Tea Party y primera entre los precandidatos republicanos, según una votación de prueba realizada el sábado en Iowa, también apronta sus armas y promete convertir a Obama en “el presidente de un solo mandato”.