Olena Kurilo, la mujer cuyo rostro ensangrentado se convirtió en la icónica imagen de la guerra en Ucrania, fue acusada por Rusia de “actuar” y aprovecharse de la situación. Ante esto, la ucraniana salió a desmentir las acusaciones que recayeron en su contra.
Con sus heridas aún visibles, Olena rechazó y repudió los comentarios vertidos por los rusos en las redes sociales. “Soy víctima de un ataque con misiles”, aseguró la mujer ucraniana quien fue una de las primeras personas afectadas por la avanzada rusa.
En Rusia, se comentó que el vídeo de la explosión que hirió a Olera era de 2014. Además, se decía que la imagen de su rostro ensangrentado era, de hecho, producto de una explosión de gas en Rusia en 2018. También la acusaron haberse pintado la sangre con jugo de granada.
Incluso la cadena estatal de televisión rusa RT, que fue prohibida en Europa, EEUU y otros países por propaganda, afirmó que había un "color antinatural de la sangre y vendajes demasiado limpios para las graves heridas que supuestamente recibió la mujer".
En ese sentido, Kurilo remarcó: “Soy una persona verdadera, no soy una falsificación. Muchos no creen la realidad de lo que está pasando. Creen que fue un montaje debido a informes falsos”.
De esta manera, Olena mostró sus heridas y explicó: “Esto es lo que queda de mi ojo. No puedo ver con él. Un montón de pequeños escombros golpearon mi ojo”. Así, manifestó sus esperanzas de poder recuperar la visión.
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La mujer explicó que domina ambos idiomas de los países en conflicto y que solamente quiere que puedan escucharla y lograr ser atendida por algún especialista, ya que la situación crítica que atraviesa la zona le impidió hacer una consulta con un médico.
“Me encanta Ucrania. No quiero la guerra”, sentenció Olena. Por esto mismo, recalcó: “No quiero que haya asesinatos y muertes en la Tierra y en nuestro país o que mueran niños y civiles”.
La historia de Olena Kurilo
La mujer es de 51 años vivía en Chuhuiv, en la zona oriental de Járkov, al norte del territorio ucraniano. Sin embargo, Olena debió escapar de su hogar poco después de que un misil ruso impactara en su casa en el primer día de la invasión de Rusia.
La imagen de Kurilo con la cara ensangrentada y la cabeza vendada recorrió todo el mundo. Al ser consultada por algunos medios presentes en el lugar, la víctima expresó que “nunca pensó” que Rusia iniciaría la guerra.
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El caso de Olena no es el único, puesto que la guerra de Rusia y Ucrania dejó cientos de heridos y miles de muertos, además de un gran número de personas que se vieron obligados a huir a otros países.
Cerca de 4.300 soldados rusos murieron desde el inicio de la invasión. Mientras tanto, Ucrania informó 352 civiles fallecidos y 1.684 heridos, pero el número de bajas en las tropas ucranianas aún no ha sido confirmado.
RdC