El presidente Joe Biden, en su tercer día de gira por Medio Oriente, reafirmó hoy su apoyo a una solución de dos estados para israelíes y palestinos durante su visita a Cisjordania, donde se sentó con líderes palestinos frustrados por las persistentes políticas de la era de Donald Trump, como el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel.
“El pueblo palestino, así como el pueblo israelí, merecen un estado propio que sea independiente, soberano, viable y contiguo”, dijo a los periodistas después de una reunión con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.
“Dos estados para dos pueblos, ambos tienen raíces profundas y antiguas en esta tierra, viviendo uno al lado del otro en paz y seguridad, ambos estados respetando plenamente la igualdad de derechos de los demás ciudadanos”, agregó.
Biden dijo que trabajará para “revitalizar” el proceso de paz, aunque a principios de semana reconoció que no veía una solución de dos estados como algo posible lograr a “corto plazo”.
Pero ayer advirtió que los palestinos necesitan “un horizonte político” hacia la paz, aunque aún no estén dadas las condiciones para relanzar las conversaciones israelo-palestinas.
“Tiene que haber un horizonte político que el pueblo palestino pueda realmente ver o al menos sentir. No podemos permitir que la desesperanza nos robe el futuro”, dijo.
El presidente anunció además una serie de nuevas iniciativas en torno a la mejora de la atención médica, la expansión del acceso digital 4G en Gaza y Cisjordania para finales de 2023, junto con otras medidas destinadas a estimular el crecimiento económico, ayudar a los refugiados palestinos y reducir la inseguridad alimentaria.
Abbas, por su lado, expresó que “la clave para la paz y la seguridad en nuestra región comienza con el reconocimiento del estado de Palestina y permitir que el pueblo palestino obtenga sus derechos legítimos”.
“Aprovecho esta oportunidad, con motivo de la visita de su excelencia a la región, para decir que extiendo mi mano a los líderes de Israel para hacer la paz”, dijo.
Trump. Si bien Biden ha mejorado las relaciones entre los Estados Unidos y los líderes palestinos en comparación con dónde estaban bajo su predecesor, Donald Trump, su gobierno es criticado por demorar en revertir varias medidas que el republicano puso en marcha como presidente.
Según los palestinos, esas medidas afectan directamente su objetivo de convertirse en un estado independiente. Por ejemplo, la embajada en Israel permanece en Jerusalén, donde Trump la trasladó desde Tel Aviv. Al mismo tiempo, los asentamientos israelíes en Cisjordania han seguido creciendo.
El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, dijo que a Washington le gustaría reabrir el consulado, y que las conversaciones con los israelíes y los palestinos en torno a la medida estaban en curso.
“En términos de los bienes tangibles reales en sus manos, es probable que se queden con algunas declaraciones, una visita y un apretón de manos”, expresó Shira Efron, directora de investigación de políticas en el Foro de Políticas de Israel, organización con sede en Estados Unidos que apoya una solución de dos estados, sobre los palestinos.
Un alto funcionario de la Casa Blanca dijo que, si bien a Washington le gustaría avanzar más hacia el logro de un acuerdo de paz entre israelíes y palestinos, están siendo “muy realistas al respecto”.
“Dada la situación cuando asumimos el cargo: realmente no había conexión alguna, no había discusiones con los palestinos, la financiación se había cortado por completo, realmente no había perspectivas de discusiones políticas de ningún tipo”, dijo el funcionario, que habló bajo anonimato. “Así que hemos trabajado para restablecer muchas de esas conexiones”.
Reclamos por la periodista palestina asesinada
Agencias
Joe Biden y Mahmoud Abbas reclamaron ayer que los responsables de la muerte de la periodista de Al Jazeera Abu Akleh, el 11 de mayo mientras cubría una operación del ejército israelí en el campamento de Jenin, norte de Cisjordania, sean llevados ante la Justicia.
Akleh también era ciudadana estadounidense.
“Estados Unidos seguirá insistiendo en una determinación plena y transparente de las circunstancias de la muerte de Shireen Abu Akleh”, afirmó Biden luego de reunirse con Mazen en Belén, Cisjordania.
“Abu Akleh era una ciudadana estadounidense y una palestina orgullosa” que estaba haciendo un trabajo “vital para los medios independientes y un trabajo vital para la democracia”, dijo Biden. “Su muerte fue una gran pérdida en el esfuerzo por hacer que la cobertura participe en el mundo del pueblo palestino”, agregó.
“Seguiremos luchando por la libertad de prensa en todo el mundo”, aseguró Biden.
Con estas palabras, el presidente de Estados Unidos intervino en las fricciones entre la Autoridad Nacional Palestina (ANP) –según la cual Akleh fue víctima del fuego israelí– y el Departamento de Estado, según el cual es probable que la bala letal proviniera de posiciones israelíes, aunque “no intencionalmente”.
Sin embargo, las investigaciones realizadas por expertos estadounidenses terminaron de forma “no concluyente” debido al mal estado de la bala.
El miércoles, el secretario de Estado Antony Blinken “invitó a la familia de Abu Akleh a Estados Unidos para mantener una reunión y tener un contacto directo con él”, reveló el asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan.
Abbas, por su lado, pidió hoy “que los responsables de la muerte de Shireen Abu Akleh sean llevados ante la Justicia”.
“Es necesario evitar que Israel se sienta por encima del derecho internacional”, agregó.
Hoy, en la sala de prensa de Belén, Cisjordania, los compañeros de Abu Akleh dejaron un sillón vacío en el que colocaron su imagen. Muchos periodistas palestinos vestían camisetas negras reclamando “justicia para Abu Akleh”. Además, en la plaza del Pesebre de Belen, se colocaron grandes carteles en memoria de la reportera.
