Mientras en Argentina escasean, y además suben los precios, los barbijos, el alcohol en gel u otros productos de primera necesidad, en Estados Unidos se está registrando una oleada de ventas de armas de fuego, mientras que en Países Bajos los fumadores de marihuana buscan abastecerse ante la cuarentena por la pandemia de coronavirus.
Los estadounidenses están comprando armas como una manera de "protección personal" en caso de que se produzcan algún tipo de desórdenes como saqueos vinculados a la emergencia y el temor a que se produzca un desabastecimiento en el país.
En algunas ciudades de Estados Unidos se pueden apreciar largas filas pero no en supermercados para comprar productos de primera necesidad, sino en los locales de venta de armas de fuego. Esta situación se está repitiendo especialmente en ciudades como Los Angeles, California, donde las ventas se dispararon a partir del último fin de semana tanto en locales como a través de los sitios online, publicó Ansa Latina.
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"Los políticos y los activistas contrarios a las armas nos han dicho que no necesitamos armas. Pero, ahora mismo, mucha gente está verdaderamente asustada y por eso pueden tomar una decisión así", se justificó un cliente que aguardaba en la fila de un local de armas al diario Los Angeles Times.
En esa línea, un importante revendedor on line de municiones, Ammo.com, publicó los datos de las ventas desde el 23 de febrero al 4 de marzo pasado. En ese período se registró un aumento del 68% respecto a los 11 días anteriores al 23 de febrero.
La tienda de armas Martin B. Retting en Culver City, en el condado de Los Ángeles, tuvo que poner un mensaje en su cuenta de Facebook disculpándose con los clientes por no permitir pruebas en algunas de las armas, y no poder atenderlos a todos debido a la alta demanda.
"Si el teléfono está sonando y no estamos respondiendo, probablemente sea porque estamos un poco abrumados en este momento… gracias por entender", se lee en uno de los mensajes colocados en la cuenta de Facebook de la tienda.
Ante esta situación, el alguacil del condado de Los Ángeles, Alex Villanueva, la mayor autoridad de la seguridad en esa zona, lamentó que miles de ciudadanos hayan tomado la decisión de comprar armas en estos momentos, donde la preocupación debería estar concentrada en la cuestión de la salud.
"Esa compra de armas es una compra de pánico", afirmó Villanueva en una rueda de prensa en su sede central. "Todos debemos ser responsables para que no caigan en manos de gente que no debería tener", completó.
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En cambio, en Países Bajos lo que falta es la marihuana. Los establecimientos holandeses, principalmente cafés, donde se puede consumir cannabis reabrirán poco a poco sus puertas el martes después de que el gobierno autorizara la recogida de pedidos, para el placer de los clientes que temían por sus reservas.
El gobierno holandés ordenó el domingo cerrar todas las escuelas, bares, restaurantes y burdeles hasta el 6 de abril para luchar contra la pandemia del coronavirus, consignó la agencia AFP.
Ante la cuarentena, los fumadores se apresuraron entonces a los bares donde se vende cannabis para abastecerse por última vez, provocando numerosas colas en todo el país.
Sin embargo, el gobierno adoptó estas medidas el lunes por la noche, permitiendo el retiro de los encargos "para llevar" con el fin de evitar un posible resurgimiento del tráfico de drogas.
Países Bajos legalizó en 1976 la posesión, el consumo y la venta al por menor de hasta cinco gramos de cannabis por persona. Su cultivo y su venta al por mayor, que quedaron bajo control principalmente de bandas criminales, están prohibidos.
ED / DS