¿Cuánto se sabe del hombre que puso en jaque al mundo? Su negocio es desentrañar los secretos de gobiernos y corporaciones, pero la clave de su fachada enigmática es saber conservar los propios. Aún así, Julian Assange, el hombre que puso el rostro a WikiLeaks, también ha dejado huellas de su pensamiento en el lugar más simbólico posible: la Web. Y quienes lo conocen y trabajaron con él no siempre hablan bien de su carácter paranoico y, por momentos, autoritario.
Entre 2006 y 2007, cuando WikiLeaks daba sus primeros pasos, Assange mantenía una web personal, IQ.org, abreviatura de Interesting Question (“pregunta interesante”) donde aún subyacen extractos de sus ideas. “Cuanto más secreta o injusta es una organización, más miedo y paranoia inducen las filtraciones en su liderazgo”, escribió el 31 de diciembre de 2006.
Lea la nota completa en la edición impresa del DIARIO PERFIL