Eran 17 los argentinos que viajaban en el Costa Concordia que se hundió en las costas de la Isla del Giglio. Uno de elllos, Jonathan Balaban, describió el accidente como una pesadilla que “parecía una película”.
En diálogo con el canal de noticias TN, Balaban aseguró que “después que pasaron unas cinco horas, a las nueve de la noche, fuimos a comer al restaurante y empezamos a sentir como si el barco estuviera rozando y empezó a temblar, temblar, empezó a inclinarse y se apagaron las luces".
Según el argentino, ante el susto, todos comenzaron a "correr para llegar a la parte de más arriba y nos dijeron (por el personal del barco) que vayamos al camarote porque decían que estaba todo bien y que era un desperfecto en uno de los motores".
Balaban indicó que "primero subieron (a los botes de auxilio) los nenes y las personas ancianas y después todos, entraban unas 150 personas”.
Como consecuencia del accidente, 3 personas murieron y 70 permanecían desaparecidas.