INTERNACIONAL
Por fallas procesales y formales

Piden anular la condena a la horca a Saddam

Human Rights Watch consideró que "el desarrollo del proceso fue fundamentalmente injusto". Desperdiciaron la posibilidad de ofrecer al pueblo iraquí una justicia creíble, dicen.

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Saddam fue condenado a morir en la horca por la ejecucin de 148 chiitas en 1982 | Cedoc
La organización humanitaria Human Rights Watch (Hrw) aseguró que el juicio por crímenes de lesa humanidad contra el derrocado presidente iraquí, Saddam Hussein, que terminó en condena a muerte, "debe ser anulado".

HRW calificó la condena impuesta a Hussein como injusta, en un informe de 97 páginas que difundirá la entidad hoy en la ciudad de Nueva York.

Según explica el documento, en el juicio contra Saddam y otros siete acusados ante un tribunal especial en Bagdad se registraron tantas fallas procesales y formales que no sólo la sentencia a la pena capital sino también los fallos de culpabilidad carecen de justicia.

A principios de noviembre Saddam, su medio hermano Barsan Al Tikriti y un ex juez fueron condenados a morir en la horca por la ejecución de 148 chiitas en la localidad de Duyai en 1982.

"El desarrollo del proceso de Duyai fue fundamentalmente injusto", sostuvo Nehal Bhuta, autor del informe y miembro del programa de Justicia de Human Rights Watch. "El tribunal ha desperdiciado una importante posibilidad de ofrecerle al pueblo iraquí una justicia creíble", sentenció. La imposición de la pena de muerte tras un proceso injusto "no se puede justificar", agregó Bhuta.

La investigación sobre el juicio reveló fallas procesales decisivas y hasta ahora no documentadas, prosigue HRW en su reporte. Por ejemplo, antes de iniciarse el juicio se le impidió a la defensa el acceso a importante evidencia, incluyendo material exculpatorio.

También se ignoró el derecho de los acusados de enfrentarse a los testigos de cargo, y la imparcialidad de los jueces quedó en duda a raíz de su conducta hacia los imputados.

Desde el comienzo el juicio fue socavado por el gobierno iraquí, que amenazó la independencia e imparcialidad del tribunal. Diputados del Parlamento e incluso ministros tildaron públicamente a la corte de débil, lo que llevó a la renuncia del primer presidente de ese cuerpo.

De acuerdo con Human Rights Watch, el informe es el resultado de diez meses de observación y decenas de entrevistas con jueces, fiscales y defensores. La entidad defensora de los derechos humanos es una de las apenas dos organizaciones internacionales a las que se les permitió colocar un observador en la sala del tribunal.

Fuente: DPA