La llegada del papa Francisco a Chile convulsiona al país vecino y también a la Argentina, ya que miles de creyentes aprovecharán la corta distancia para cruzar la frontera y ver al Sumo Pontífice.
Los pasos fronterizos, especialmente en Mendoza, serán reforzados para evitar que se generen demoras, al tiempo que el Gobierno estará atento a las eventuales repercusiones que genere el encuentro del Sumo Pontífice con comunidades mapuches trasandinas.
El Santo Padre arribará a la ciudad de Santiago de Chile el próximo lunes 15 de enero y al otro día será recibido en el Palacio de La Moneda por la saliente presidenta local, Michelle Bachelet. Luego, dará una misa masiva.
Al día siguiente, el 17 de enero, Francisco se trasladará hacia la ciudad de Temuco, en el sur de Chile, una región signada por los reclamos y los atentados realizados por comunidades mapuches.
Allí, las comunidades indígenas realizarán una plegaria pública hecha a Dios y también tallarán algunos símbolos de su cultura en la parte trasera del púlpito que usará Francisco. La Casa Rosada tendrá un ojo puesto en las actividades que realizará el Sumo Pontífice en Temuco, especialmente en el vínculo y los mensajes referidos a las comunidades mapuches.
Como cierre de su paso por Chile, el Sumo Pontífice se trasladará hasta Iquique para dar su última misa en la Playa Lobito de ese país. Se espera que se movilicen una gran cantidad de argentinos, como sucedió cuando visitó Paraguay y Bolivia.