La Franja de Gaza se halla bloqueada desde hace meses por las fuerzas israelíes, que mantienen la ofensiva militar con el fin de recuperar los rehenes que aún están en manos de Hamas y eliminar los miembros que aún quedan de esa agrupación islámica.
El único autorizado para distribuir alimentos y medicinas es la polémica Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), una entidad apoyada por EE.UU. e Israel y criticada por Naciones Unidas y organismos de derechos humanos.
Bloqueo y polémica. Luego de 21 meses de guerra y destrucción, los habitantes de Gaza se encuentran en una situación desesperada. La hambruna se extendió a todos los rincones del enclave.
Las agencias de la ONU y las organizaciones humanitarias culpan a las restricciones impuestas por Israel, el problema de la seguridad en un territorio constantemente bombardeado y la aplicación de un mecanismo auspiciado por EE.UU. y el Estado hebreo que hace caso omiso del sistema humanitario tradicional.
Israel acusa a las organizaciones internacionales de haber fracasado, y asegura que el anterior sistema coordinado por la ONU permitía a Hamas saquear los camiones de ayuda.
Sobre el terreno, más de cien ONG alertaron esta semana del riesgo de hambre masiva en el enclave palestino.
Cuatro puntos de distribución. La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), designada por Israel para distribuir la ayuda en la Franja, inició sus operaciones el 26 de mayo, tras más de dos meses de estricto bloqueo.
La GHF se ha convertido en el principal canal de distribución de ayuda para los más de dos millones de habitantes de Gaza. Pero sus operaciones se vieron marcadas por escenas caóticas y sangrientas alrededor de los puntos de reparto.
Tanto la ONU como las ONG se niegan a cooperar con la GHF porque consideran que fue concebida para servir principalmente los objetivos militares israelíes. Los puntos de reparto de la GHF están situados en dos corredores militares en el sur y el centro de Gaza, a diferencia de la red humanitaria tradicional, que se servía de más de 400 puntos de distribución en el conjunto de la franja costera.
La escasez de puntos de reparto obliga a una afluencia masiva de civiles, que en muchas ocasiones provoca fricciones y choques entre ellos.
A eso se suma la muerte de más de 800 palestinos cuando se dirigían a buscar ayuda en los puntos de reparto. La ONU y Hamas afirman que son asesinados por los israelíes.
Israel, por su parte, señala que muchos de ellos son hombres de Hamas que buscan generar caos y aprovechan el tumulto para tratar de atacarlos.
Cambio de postura de Israel. Las presiones internacionales para solucionar esta crisis humanitaria tuvieron efecto en el gobierno de Israel, que ahora permitirá una distribución más completa.
La radio del ejército israelí, citando a un oficial militar, informó que a partir de este fin de semana Israel permitirá a otros países enviar alimentos y medicamentos en paracaídas a Gaza.
Un funcionario israelí confirmó a las agencias internacionales que se reanudarán rápidamente los envíos de ayuda humanitaria.
“El envío de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza se reanudará en los próximos días, bajo la coordinación de Emiratos Árabes Unidos y Jordania”, sostuvo.
Las ONG internacionales aseguran que hay enormes cantidades de ayuda bloqueada fuera de Gaza, a la espera de que el ejército israelí autorice su entrada. Una vez en Gaza, también es fundamental coordinar con el ejército israelí.
