El abogado Alexei Navalni (44) lucha desde hace años contra el partido del Kremlin, Rusia Unida. Como integrante del bloque opositor Rusia del Futuro y del Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK), asegura que la organización política que apoyó la victoria de Vladimir Putin en las elecciones presidenciales de 2004, es una formación de "los ladrones y estafadores".
Desde 2007, Navalni ha combatido al gobierno comprando acciones en grupos semipúblicos, como la petrolera Rosneft y el gigante del gas Gazprom. Amparándose en su estatuto de accionista minoritario, exige transparencia en las cuentas.
Fue ese mismo año cuando decidió incursionar en movimientos políticos. Tuvo un fugaz paso por el partido de oposición liberal Yabloko, del que fue expulsado poco después por posiciones nacionalistas. También participó en manifestaciones con tintes racistas, como las de Marcha Rusa. No obstante, se alejó progresivamente de dichas asociaciones.
No fue hasta las elecciones legislativas de diciembre de 2011, que tuvieron como consecuencia enormes olas de protestas, que este activista ganó notoriedad y destacó por su carisma y virulencia en sus ataques contra el Kremlin.
En septiembre de 2013, obtuvo su primer éxito electoral en los comicios municipales de Moscú. Sorprendió al quedar segundo, con el 27,2% de los votos, justo por detrás del alcalde saliente, el exjefe de gabinete de Putin, Serguéi Sobianin, un resultado que lo confirmó como figura esencial de la oposición.
Sin embargo, su figura se vio manchada poco después. El también padre de dos hijos sería condenado a prisión en suspenso por dos casos de desvío de fondos, sobre los cuales insiste son meramente jugadas políticos. Asimismo, se prohibió su candidatura hasta el año 2028.
Ingresaría a instituciones penitenciarias en varias ocasiones por infracciones a la legislación sobre las manifestaciones. Navalni siempre ha rechazado sus condenas judiciales y asegura que nada puede mermar su motivación, ni siquiera las amenazas contra su seguridad y la de su familia.
Ignorado por los medios nacionales, sin representación en el Parlamento y sin la posibilidad de presentarse, continuó siendo la voz más potente de la oposición rusa. A través de un medio no convencional para la política, como lo es YouTube, mantuvo su lucha contra las autoridades del Kremlin.
Su canal, el cual posee más de 4,8 millones de seguidores, tienen mucha audiencia y sus investigaciones sobre la corrupción de las élites suman decenas de millones de visionados.
Evenenamiento
Navalny entró en coma el 20 de agosto cuando viajaba en un vuelo interno de Siberia a Moscú. Dos días después fue trasladado de un hospital en Siberia a un hospital en Alemania.
Tras tres semanas en coma, tres laboratorios europeos concluyeron que el principal opositor ruso fue víctima de una sustancia neurotóxica del grupo de Novichok, creada en la era soviética para fines militares.
Luego sobrevivir a este presunto intento de asesinato, Navalni tardó en contraatacar. A mediados de diciembre, estando todavía en Alemania, difundió una conversación telefónica en la que desenmascara a uno de los agentes de los servicios de seguridad rusa (FSB) para que admitiera que quisieron envenenarlo.
Para el opositor, el envenenamiento fue orquestado bajo la orden directa del presidente Vladimir Putin, su enemigo jurado, que no pronuncia nunca su nombre. Asimismo, determinó que dicho intento de asesinato fue concretado en represalias por haber organizado un movimiento de protesta en 2019, antes de las elecciones en Moscú.
Arresto
Navalni llegaría este 17 de enero a Moscú, tras varios meses de convalecencia en Alemania por un presunto envenenamiento y pese a las amenazas de detención de la justicia.
El aterrizaje del avión, en el que viaja junto a su esposa Yulia Navalnaya, tuvo lugar hacia las 20 (hora de Rusia) en el aeropuerto de Sheremétievo, pese a que el plan inicial era llegar al aeródromo de Vnukovo.
El piloto del avión procedente de Berlín anunció en un primer momento un retraso de 30 minutos a causa de un "problema técnico", antes de indicar que el aparato se dirigía hacia Sheremétievo.
En dicho aeródromo lo esperaban decenas de sus partidarios, a quienes las fuerzas del orden detuvieron según indicó Ivan Jdanov, uno de los más allegados colaboradores del opositor, a través de sus redes sociales.
Desde que el principal rival de Vladimir Putin anunciara el miércoles su intención de regresar, los servicios penitenciarios rusos (FSIN) le advirtieron que se verían "obligados" a detenerle por violar las condiciones de una condena con suspensión de pena que le impuso la justicia en 2014.
En consecuencia, y luego de que el principal opositor ruso se dispusiera a pasar el control de pasaportes, fuerzas policiales rusas procedieron a su detención. El mismo FSIN anunció que el abogado de 44 años "continuará detenido hasta la decisión del tribunal" sobre su caso.
Rivalidad actual entre Putin y Navalni
El periodista ruso Mikhail Bushuev asegura que "el regreso de su mayor adversario político es incómodo para el presidente" Putin.
Sin embargo, "desde el punto de vista del Kremlin, el (intento de) asesinato del líder de la oposición rusa ya ha recibido las sanciones occidentales correspondientes" Por ende, "Rusia ya no se ve realmente disuadida por nuevas sanciones en caso de la muerte de Navalni"
Sobre el arribo del opositor ruso a Moscú, opinó que posee motivos "parcialmente comprensibles" ya que, desde Berlín, no puede ser una "oposición tan eficaz" como lo sería desde la capital rusa.
La figura de Navalni ahora pasaría a ser la de un "Un superviviente que ya escapó de la muerte una vez". El planteo del autor del artículo es el siguiente: "¿Sobrevivirá al próximo desafío?". Concluye asegurando que se trata de "una pelea despiadada e injusta. Y el mundo está mirando, hechizado. Sin poder intervenir".
JFG