En la playa de Copacabana, en Río de Janeiro, una ONG cavó cientos de tumbas simbólicas para rendir homenaje a los miles de brasileños que murieron por la pandemia de coronavirus, y en protesta contra la "incompetencia" de las autoridades gubernamentales, entre ellos el presidente Jair Bolsonaro para frenar el avance del covid-19 en el país.
Las tumbas están alineadas sobre la arena, en diez filas frente al reconocido hotel Copacabana Palace de esa ciudad, al sureste de Brasil. Allí clavaron cruces negras, decoradas con pequeñas banderas brasileñas. "El objetivo es protestar contra la sucesión de errores cometidos por el gobierno federal en el manejo de la crisis humanitaria que Brasil está sufriendo", explicó la ONG Rio de Paz en su cuenta de Twitter.
Visualmente, las imágenes imitan a las tumbas improvisadas en cementerios de muchas ciudades de este país, donde fallecieron casi 40 mil personas desde el inicio de la pandemia. Antonio Carlos Costa, presidente de la ONG, sostuvo: "Reproducimos aquí, en el decorado de la postal de Río, lo que vemos en nuestros cementerios", declaró a AFP.
Costa explicó que la protesta es “para exigir un cambio de actitud al Presidente de la República, quien debe comprender que nuestra nación enfrenta el momento más difícil de su historia”. Y agregó: “Esta pandemia ha exacerbado las injusticias sociales y la incompetencia de los poderes públicas".
Es que el presidente de extrema derecha, Jair Bolsonaro, minimizó en reiteradas ocasiones el impacto de la pandemia, y se refirió al covid-19 como "una gripecita". Mientras tanto, insiste en reanudar las actividades económicas, en momentos en que la curva de contagios sigue en aumento en el país, con casi 40.000 muertos y más de 770.000 personas infectadas en una población de más de 210 millones.
En la playa de Copacabana, un opositor a las protestas arrancó algunas de las cruces, mientras que otros insultaron a miembros de la ONG. Por otro lado, un video publicado por Río de Paz en Twitter muestra que un padre, cuyo hijo murió a los 25 años de esta enfermedad volvió a colocar la cruz en su lugar, y pidió que "respeten su dolor".
A.G./MC
