El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que le ofreció a la compañía militar privada Wagner la opción de continuar sirviendo como una sola unidad bajo su mismo comandante después de su rebelión, de corta duración.
Los comentarios de Putin parecían reflejar sus esfuerzos por asegurar la lealtad de los mercenarios de Wagner, algunas de las fuerzas rusas más capaces en Ucrania, luego de la breve revuelta del grupo el mes pasado, que representó la amenaza más grave para su gobierno, de 23 años.
El destino del jefe de Wagner, Yevgeny Prigozhin, sigue sin estar claro desde la rebelión armada del 23 y 24 de junio y han aparecido nuevas grietas en el ejército ruso a medida que la guerra avanza en su mes 17 y Ucrania presiona una contraofensiva contra las fuerzas invasoras.
En comentarios publicados el viernes en el diario de negocios Kommersant, Putin describió por primera vez un evento en el Kremlin al que asistieron 35 comandantes de Wagner, incluido Prigozhin, el 29 de junio, cinco días después de la rebelión. Dijo que elogió sus esfuerzos en Ucrania, deploró su participación en el motín, que previamente denunció como un acto de traición, y les ofreció alternativas para el servicio futuro.
Putin le dijo a Kommersant que una opción sería que Wagner mantuviera al mismo comandante que usa el distintivo de llamada “Cabello gris” y ha dirigido el ejército privado en Ucrania durante 16 meses. El comandante, Andrei Troshev, es un oficial militar retirado que ha desempeñado un papel destacado en Wagner desde su creación, en 2014, y enfrentó sanciones de la Unión Europea por su papel en Siria como director ejecutivo del grupo.
“Todos ellos podrían haberse reunido en un solo lugar y continuar sirviendo”, dijo Putin al periódico, “y nada habría cambiado para ellos. Habrían sido dirigidos por la misma persona que había sido su verdadero comandante todo el tiempo”.
Putin dijo que muchas tropas de Wagner asintieron aprobando la propuesta, pero Prigozhin, que estaba sentado al frente y no vio su reacción, la rechazó rápidamente y respondió que “los muchachos no estarán de acuerdo con tal decisión”.
Putin no mencionó dónde y en qué número podrían desplegarse los mercenarios de Wagner bajo su oferta, ni dijo qué propuesta finalmente aceptaron las fuerzas, si es que hubo alguna. No dijo nada sobre el papel de Prigozhin.
Días atrás, el presidente ruso había dicho que las tropas de Wagner tenían que elegir si firmar contratos con el Ministerio de Defensa, mudarse a la vecina Bielorrusia o retirarse del servicio.
En las declaraciones a Kommersant ayer, Putin enfatizó que “los soldados rasos de Wagner han luchado con honor” en Ucrania, y agregó que “es un motivo de pesar que se hayan visto arrastrados” al motín.
Los comentarios de Putin fueron para un reportero de Kommersant que tiene acceso especial al presidente. Parecían ser parte de los esfuerzos para denigrar a Prigozhin, intentar mantener el control sobre los mercenarios de Wagner y asegurar su lealtad.
Putin negó previamente cualquier vínculo entre el gobierno y Wagner, y reconoció después del motín que la empresa de Prigozhin ha recibido miles de millones de dólares del Estado. Señaló que los investigadores rastrearían si alguno de los fondos había sido robado, una advertencia a Prigozhin de que podría enfrentar delitos financieros.