Miles de personas hicieron fila este jueves en la capital china para hacerse el test del nuevo coronavirus a raíz del foco surgido en Beijing que, según las autoridades, está "controlado". El ministerio chino de Salud ya reporta 184 nuevos casos en la ciudad de 21 millones de habitantes desde la semana pasada, justo cuando la capital china había recuperado la normalidad tras dos meses sin contagios. Ahora, el rebrote hace unos días de un nuevo foco infeccioso reactivó las alarmas y muchos se preguntan si se podrá contener o si la ciudad se convertirá en el epicentro de la segunda ola pandémica.
La epidemia en la capital está "controlada", aseguró el virólogo jefe del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), Wu Zunyou. "Esto no quiere decir que no vaya a haber nuevos casos mañana. Pero (...) serán cada vez menos numerosos", aseguró. Se sospecha que el nuevo foco de contagios estaba situado en el mercado mayorista de Xinfadi, principal fuente de suministros de la capital. Para evitar el desabastecimiento de frutas y verduras, la provincia de Hebei, situada en torno a Beijing, envió 3.000 toneladas de hortalizas, aseguró el portavoz del ministerio de Comercio, Gao Feng. Las reservas nacionales también sacaron al mercado 10.000 toneladas de carne de cerdo, la más consumida en el país, agregó.
La mayoría de los nuevos casos confirmados en Beijing están relacionados con el mercado Xinfadi, ubicado en el distrito de Fengtai de la ciudad.
Para afrontar el rebrote, las autoridades del gobierno local emprendieron desde hace unos días una enorme campaña de diagnóstico de los habitantes y la desinfección de restaurantes. Una treintena de zonas residenciales, de las miles que hay en Beijing, fueron puestas en cuarentena y las escuelas y aeropuertos fueron cerrados hasta nuevo aviso. El jueves, cientos de personas -muchos empleados de restaurantes y comercios cercanos a Xinfadi- hicieron fila pacientemente para someterse a test de diagnóstico ante el Estadio de los Trabajadores.
"No tenemos muchos clientes en los últimos días, la gente tiene miedo de salir", dijo Wang, un cocinero de un restaurante de la ciudad en la que bares y restaurantes recibieron la consigna de cerrar y los empleados de someterse a test de diagnóstico. Además, la municipalidad instó a sus habitantes a que se abstengan de viajes "no esenciales" fuera de Beijing. Entre tanto, en un intento por "bloquear completamente los canales de transmisión de la epidemia y no de un cierre", en palabras de Pan Xuhong, responsable municipal, las personas que viven en las denominadas zonas de "riesgo medio o alto" tienen prohibido salir de la ciudad.
Las personas que entren en tres categorías no tienen permitido salir de Beijing, de acuerdo con Pan Xuhong, subdirector y portavoz del buró de seguridad pública municipal citado por la agencia Xinhua. La primera categoría incluye a los pacientes confirmados de la Covid-19, los casos sospechosos, los contactos cercanos, los portadores asintomáticos y las personas con fiebre. La segunda abarca a quienes visitaron el mercado de productos agrícolas Xinfadi o que estuvieron en contacto cercano con personal pertinente desde el 30 de mayo. La tercera incluye a las personas que viven en áreas de riesgo medio y alto.
Otras personas deben evitar los viajes no esenciales fuera de Beijing, dijo Pan Xuhong, quien agregó que un certificado negativo de prueba de ácido nucleico emitido en un lapso de siete días previos es obligatorio para quienes realmente necesiten salir de la ciudad. Los departamentos de aviación civil y ferrocarriles también impusieron restricciones a la adquisición de boletos para casos confirmados y sospechosos, contactos cercanos y portadores asintomáticos en Beijing, así como para quienes hayan estado en el mercado o estuvieron en contacto cercano con personal pertinente desde el 30 de mayo. Todas las líneas de autobuses entre provincias estarán suspendidas a partir del 19 de junio.
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El epidemiólogo Wu Zunyou señaló que encuentra algunas similitudes entre el estallido de la pandemia en enero en Wuhan y el repunte en Beijing. En ambos mercados, señaló, las primeras muestras positivas se encontraron en zonas en las que se vendían animales salvajes, mariscos y pescados, lo que ofrece una "dirección para desentrañar el misterio", según publicó el diario South China Morning Post. Aunque reconoce que son necesarios más estudios para saber "por qué estos puestos se convirtieron en centro de transmisión", lo cierto es que "la baja temperatura y la alta humedad son adecuadas para que el virus sobreviva".
Las teorías acerca de que el rebrote se ocasionó en alguna de las secciones de pescados y mariscos del mercado de Xinfadi crecieron en los últimos días, después de que varios periódicos estatales alertaran de que se habían registrado muestras en las tablas usadas para cortar salmón. Si bien el Gobierno de China ha decidido paralizar la importación de este pescado de sus proveedores europeos, los expertos dicen que es poco probable que el pescado pueda ser el origen de la enfermedad, pero sí podría contaminarse durante su manipulación.
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De acuerdo con la Facultad de Medicina Veterinaria de Hong Kong, aunque insiste en que deben realizarse más estudios al respecto, "tal vez haya también factores asociados al procesamiento del pescado, como el hielo para mantener el producto o el uso extensivo de agua, que pueden jugar un papel". En este caso, como sucedió con el mercado Huanan de Wuhan, Xinfadi fue rápidamente identificado como el centro del brote. La primera persona en dar positivo había adquirido pescado en sus instalaciones y le siguieron más personas que de una u otra manera tenían relación con ese mercado mayorista, al igual que varios comerciantes.
Pero ahora, mientras China se esfuerza por contener el rebrote del virus, en otros países asiáticos, como Pakistán, Bangladesh, India o Afganistán, se teme que Covid-19, que había tenido una letalidad relativamente baja hasta ahora en comparación con regiones como Europa, Estados Unidos o América Latina, se dispare en unas poblaciones pobres y con unos sistemas sanitarios incapaces de absorber la avalancha de enfermos. "Asia del Sur está a un nivel anterior en la curva" de la pandemia con relación a América Latina, comentó Archie Clements, virólogo de la universidad australiana Curtin.