INTERNACIONAL
Francesca Chaouqui

Quién es la joven asesora italiana que puede causarle problemas a Francisco

Tiene 30 años y fue designada por el Papa para integrar la comisión que revisará las finanzas del Vaticano. No es religiosa y escribió tuits contra miembros de la Iglesia. Críticas al lobby gay y a Benedicto. Galería de fotos

Quien es esa chica. La joven Francesca es la única mujer que fue designada por Francisco en el Vaticano.
| Cedoc

El papa Francisco se opone al sacerdocio femenino, pero no a las mujeres con poder en el seno del Vaticano. Al menos así lo demuestra la polémica designación de Francesca Chaouqui, una exitosa relacionista pública de 30 años, como superasesora e integrante de una comisión encargada de transformar la estructura económica y administrativa de la Santa Sede. Al parecer, el Pontífice no revisó los antecedentes de la joven y mucho menos su cuenta de Twitter, en la que Chaouqui publicó filosos comentarios sobre jerarcas de la Iglesia que dan que hablar en los medios italianos.

Por recomendación de un sector de cardenales, Francisco la designó el 18 de julio como única mujer del selecto grupo de ocho miembros que revisarán el andamiaje económico y administrativo del Vaticano. Hija de madre italiana y padre egipcio, Francesca es licenciada en Jurisprudencia, pero no tiene estudios sobre finanzas. No es religiosa y estuvo a cargo de las relaciones públicas en Roma de la multinacional Ernst & Young e hizo lobby para conocidos financistas.

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“Mi corazón, mi fe, mi empeño, mi profesionalidad están al servicio de la Iglesia y del Santo Padre, siempre”, tuiteó una radiante Francesca luego de su designación como asesora papal. “No estoy preocupada porque el Santo Padre no lo está”, respondió cuando le preguntaron si la inquietaba el revuelo mediático que causó su elección.

Chaouqui cumplió con la máxima de que ninguna figura pública resiste un archivo. La prensa romana difundió una serie de tuits de su antigua cuenta, @FrancyChaouqui, que fue cerrada a principios de este mes. La asesora de Francisco dice ahora que son “fotomontajes”. Los fiscales vaticanos tienen acceso a esa información en internet, por lo que podrían chequearla fácilmente.

“Menos mal que existes”, le escribió a Gianluigi Nuzzi, el periodista y autor del libro Su Santidad. Las cartas secretas de Benedicto XVI, en el que se revelaron los documentos robados al Papa emérito por su mayordomo Paolo Gabriele. “Bravo, a esto es a lo que se llama hacer buena información. Orgullosa de ti”, continuó Francesca.

La joven es una buena amiga de Nuzzi, lo que alimenta las sospechas de quienes la señalan como uno de los “cuervos” que filtran información reservada desde los muros secretos del Vaticano.

Su incontinencia tuitera también alcanzó a políticos como el ex ministro de Economía de Silvio Berlusconi, Giulio Tremonti. Según los comentarios de Chaouqui, el Instituto para las Obras de Religión (IOR), conocido como Banco Vaticano, le habría cerrado su cuenta a Tremonti al enterarse de que era gay.

Los tuits de Francesca que más podrían incomodar al Papa fueron dirigidos al secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, señalado como el “monje negro” del papado de Joseph Ratzinger. El 25 de febrero, Chaouqui escribió: “Creo en la Iglesia: una, santa, católica y apostólica. Quizás alguien debería recordárselo a Bertone”. Cuando el 11 de marzo Benedicto XVI anunció su sorpresiva renuncia, la joven volvió a la carga: “Ha ganado Bertone. Estaba segura de que no lo haría, pero (Ratzinger) ha tirado la toalla. Como creyente estoy simplemente decepcionada”.

Se espera que Bertone abandone en el próximo mes la Secretaría de Estado. En Italia se corrió el rumor de que él y Francisco se reunirían para tratar el affaire Chaouqui, pero nada de eso ocurrió y por ahora Jorge Bergoglio se mantiene firme con la designación de Francesca. La incógnita es quiénes fueron los cardenales que le recomendaron a la joven y, sobre todo, por qué no le advirtieron sobre los dolores de cabeza que le podría traer.