Hasán Diab, primer ministro de Líbano, anunció este lunes 10 de agosto la dimisión del Gobierno tras las explosiones registradas el 4 de agosto en el puerto de la capital, Beirut, que dejaron más de 200 muertos y 7.000 heridos. Los ministros de Finanzas y de Justicia de Líbano habían presentado también sus renuncias como miembros del Gobierno, que sumaba ya cinco bajas.
En un mensaje a la nación transmitido por televisión, Diab dijo que el Ejecutivo "da un paso atrás para estar junto a la población" y que de esta forma "acata la demanda de la población por un cambio real".
El funcionario lamentó que la clase política libanesa "se resista a través de todos los medios sucios para evitar un cambio", y sostuvo que las explosiones de la semana pasada en el puerto de Beirut "son una consecuencia de la corrupción endémica" en el país. "La red de corrupción es más grande que el Estado", aseguró Diab.
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El anuncio del Primer Ministro era esperado, luego de que en las últimas horas renunciaran cinco funcionarios del Gobierno. Marie-Claude Najm, titular de Justicia, fue la primera en tomar la decisión y lo comunicó mediante una carta a Hasán Diab. La propia ministra confirmó que decidió su salida del Gobierno tras la explosión y las protestas desatadas contra el Ejecutivo, según informó la cadena libanesa MTV.
Horas más tarde, en medio de una escalada de reuniones y especulaciones, se confirmó la renuncia del ministro de Finanzas, Ghazi Wazni, considerado un aliado del presidente del Parlamento, Nabih Berri, quien a su vez tiene vínculos con el partido-milicia chií Hezbolá, según consignó la agencia DPA.
Al igual que Najm y Wazni, también presentaron su dimisión en los últimos días la ministra de Información de Líbano, Manal Abdel Samad, y el responsable de Medio Ambiente, Damianos Qattar. Un día antes de la explosión, en tanto, el ministro de Exteriores, Nassif Hitti, había alertado del riesgo de que Líbano se convirtiese en un "Estado fallido" y había abandonado el Ejecutivo, sumido ahora en una profunda crisis.
Beirut, ¿negligencia o atentado?
El incidente, atribuido a la explosión accidental de 2.750 toneladas de nitrato de amonio mal almacenado, se dio en un momento en el que Líbano atraviesa una grave crisis económica, y se teme además que la destrucción ocasionada impacte directamente en la importación de alimentos y otros productos básicos.
Todo esto reactivó las protestas de los últimos días en Beirut, donde decenas de manifestantes salieron a las calles por la incompetencia y la corrupción de las autoridades. Por los incidentes, se produjo la muerte de al menos un policía y hay otras cientos de personas heridas.