El primer ministro islandés, Sigmundur Davíð Gunnlaugsson, renunció después del escándalo generado por las revelaciones de los "Panama Papers", que llevaron a miles de personas a protestar en las calles.
"El primer ministro dijo en una reunión de su grupo parlamentario que va a renunciar", dijo a la televisión Sigurdur Ingi Johannsson, vicepresidente del partido y ministro de Agricultura.
Gunnlaugsson, de 41 años, se encontraba bajo presión después de que una megainvestigación periodística revelara la existencia de una empresa pantalla creada por su esposa, Anna Sigurlaug Palsdottir, en las Islas Vírgenes británicas en 2007 donde colocó millones de dólares. Más de 24.000 personas, en un país de 320.000 habitantes, firmaron un petición en línea para pedir su dimisión y miles se manifestaron delante del parlamento con el mismo objetivo, tirando huevos y yogures.
La oposición de izquierda había anunciado que presentaría una moción de censura.
El presidente Olafur Ragnar Grimsson, que regresó de forma precipitada de un viaje privado a Estados Unidos, se negó a la petición de Gunnlaugsson de disolver el parlamento y llamar a nuevas elecciones.
Según los documentos publicados por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), el primer ministro poseía el 50% de la empresa pantalla Wintris Inc, destinada a administrar el patrimonio de su mujer, heredera de un magnate.
A finales de 2009, Gunnlaugsson le vendió la empresa a su esposa por la suma simbólica de 1 dólar.
Sin embargo, cuando fue elegido diputado por el Partido del Progreso por primera vez en abril de 2009, omitió esta participación en su declaración de patrimonio.