INTERNACIONAL

Rodríguez Zapatero se quedó "en la calle"

Tras su paso por la Moncloa, el ex presidente no tiene dónde ir a vivir con su mujer e hijas.

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| AFP

En el ámbito político de España, suelen llamar "jarrón chino" a aquellos expresidentes que se convierten en una figura incómoda para su partido, debido a que no saben dónde "colocarlos". Tal vez en este cuadro encaje José Luis Rodríguez Zapatero, quien tras su retiro, debe buscar un lugar en donde descansar con el contratiempo de que su casa aún no fue terminada de construir.

En la ciudad de León, el aún presidente en funciones del Gobierno español ordenó la construcción de un "chalet" para disfrutar de su retiro. El problema es que deberá esperar, como mínimo, un año más para poder habitarlo, según consigna el diario El Confidencial. Zapatero será el primer ex presidente que fija su vivienda habitual fuera de Madrid.

La construcción del inmueble comenzó el pasado mes de julio en la calle Unicef de Eras de Renueva, donde se ubica la parcela de 674 metros cuadrados, adquirida en 2008, en la que vivirá Zapatero y su esposa, Sonsoles Espinosa, durante los próximos años.

La parcela, vigilada de forma permanente por agentes de la Policía Nacional, tendrá dos plantas, cinco dormitorios y una piscina semicubierta. Zapatero ubicará también allí su oficina como ex presidente del Gobierno, lo que obligará también a redoblar la seguridad de la zona y a tener que construir muros de tres metros de altura para garantizar su privacidad. Se estima que el costo del terreno fue cercano a los 200.000 euros.

Hasta hoy, el Palacio de la Moncloa no desvela dónde tiene previsto mudarse Zapatero en cuanto abandone el complejo presidencial a mediados de diciembre y hasta que el caserón de León esté concluido. Sin embargo, fuentes de la casa de Gobierno sostienen que el presidente no residirá temporalmente en el departamento de 57 metros cuadrados heredado por Sonsoles Espinosa y situado junto al Teatro Real de Madrid, tal como publicaron algunos medios de comunicación locales.

Fuentes oficiales aseguran que el expresidente tiene asegurado un salario de unos 75.000 euros anuales vitalicios en calidad de exfuncionario, reconocimiento protocolario, coche oficial, seguridad y dos asistentes.