MEXICO.- A 14 se elevó el número de muertos por el accidente aéreo en el que falleció el martes el secretario de Gobernación de México, Juan Camilo Mouriño, informó este miércoles la procuraduría capitalina. "Pedro Sánchez Arteaga, de 42 años, murió en el Hospital 20 de Noviembre" de la Ciudad de México, dijo en un comunicado Miguel Ángel Mancera, Procurador General de Justicia del Distrito Federal.
En el último reporte en el que se actualizaron los datos sobre el accidente aéreo, el procurador capitalino aclaró que en el servicio forense se encuentran además los restos de 13 personas, de las que han sido identificadas nueve, el ex secretario de Gobernación y ocho personas más que viajaban con él. Otras 40 personas se encuentran hospitalizadas en varios centros de salud de esta ciudad, varios de ellos en grave estado.
El fatal accidente se registró el martes en una céntrica zona de la capital mexicana a una hora en que una gran cantidad de automóviles circulaban y la gente salía del trabajo. La caída del Lear Jet en el que viajaba Mouriño afectó inmuebles y automóviles en un radio de unos 100 metros a la redonda.
"Aquí fue lo de la tragedia. Aquí están los muertos y heridos", proclamaba megáfono en ristre un vendedor de periódicos en una zona céntrica de Ciudad de México donde se estrelló el martes un jet oficial muriendo 13 personas, entre ellas el ministro del Interior.
Únicamente dos palabras - "Iba Mouriño"- aparecían en la portada de un diario sensacionalista, que acabó en manos de muchos de los 200 policías y militares que custodiaban el escenario del accidente. La muerte de Mouriño multiplico la repercusión mediática y la curiosidad de decenas de personas que se acercaron a intentar obtener algún detalle de un accidente que pudo desencadenar una auténtica matanza.
"La gente empezó a gritar que había sido una bomba. Salí de mi taxi y empecé a correr. Tuve suerte de haber parado a repostar antes. Si no, hubiera estado en el lugar en ese momento y seguramente hubiera sido aplastado", rememoró a la AFP un taxista testigo cercano de la tragedia.
Como otros testimonios, este taxista recuerda haber escuchado entre tres y cuatro explosiones desde su ubicación a 200 metros del lugar del impacto. "Se sintió como un temblor muy fuerte. El edificio en el que trabajo es de cristales y vimos toda la llamarada", dijo a su vez a la AFP Esther Sánchez, de 33 años, quien trabaja en un inmueble cuyo frente quedó quemado hasta la octava planta.
Aún conmovida, Sánchez dijo que el edificio fue evacuado y "al salir por la puerta de emergencia vimos trozos del avión y de los autos, y mientras caminábamos también vimos restos humanos".
Después de una noche de angustia y con mucho menos suerte corrió Ignacio Gómez, quien encontró este miércoles a su esposa en el servicio médico forense, reportó el diario Reforma. Como todos los días, Gómez fue a recoger a su esposa de 58 años a su trabajo, y desde su auto la alcanzó a ver de lejos parada en una acera, mientras él avanzaba lentamente en el tráfico de la avenida Reforma y en ese momento tocó la bocina para que ella se percatara de su presencia, pero de repente simplemente la perdió de vista.
"Yo aceleré y de pronto vi que objetos con fuego cayeron sobre mi auto", relató llorando al diario momentos después del accidente.
La avioneta colisionó en un callejón rodeado de edificios altos y aledaño al Paseo de la Reforma, la principal avenida capitalina, y al Periférico, una vía extremadamente transitada en esa hora. A escasos metros del lugar se encuentra la embajada de Finlandia, que estaba cerrada este miércoles; y a unos 200 metros la sala del Auditorio, donde se esperaban a miles de personas para un concierto del cantante local Alejandro Fernández que fue cancelado. No muy lejos, separada por el bosque de Chapultepec, se ubica la residencia presidencial de Los Pinos.
El área donde impactó la aeronave estaba rodeada este miércoles por un cordón policial y en algunos puntos habían colocado carteles que tapaban la visión de los periodistas y curiosos. En la cinta amarilla que sellaba el lugar se leía "Escena del Crimen", donde ya trabajan expertos mexicanos y estadounidenses para recoger evidencias.
"Estamos tomando las medidas del escenario del suceso y de los restos del avión", explicó a la AFP uno de los peritos encargados del caso quien no quiso ofrecer más datos.
El gobierno descartó en principio que se trate de un atentado y pidió cautela a los medios a la hora de avanzar detalles sobre los motivos de la tragedia. Peritos también exigieron borrar videos y fotografías realizados por particulares en los que se veía a víctimas quemadas, dijo a la AFP uno de los taxistas que trabajan en una parada situada en ese punto.
Además de los 13 muertos -nueve en la aeronave y cuatro transeúntes- resultaron heridas otras 40 personas, cuatro de ellas de gravedad. El enorme cerco, sin embargo, no impedía ver varios coches de la treintena que fueron incendiados, así como puestos callejeros de venta de comida quemados.
Fuente: AFP