El “monstruo de Cleveland”, Ariel Castro, que cumplía cadena perpetua por haber secuestrado y violado a tres mujeres durante una década, se ahorcó en su celda a pesar de estar sometido a una constante vigilancia.
Castro, de 53 años y origen puertorriqueño, fue encontrado ahorcado el martes en la celda en la que se encontraba solo, y la autopsia determinó que efectivamente se trató de un suicidio, aunque su abogado pidió hoy investigar a fondo su muerte.
Jan Gorniak, forense del condado Franklin, explicó hoy que la causa de la muerte de Castro, de 53 años y origen puertorriqueño, fue un suicidio por ahorcamiento y agregó que están pendientes los resultados de las pruebas de toxicología.
Castro estaba bajo vigilancia estrecha en prisión, pero no contaba con protección frente al suicidio.
Su abogado, Craig Weintraub, reveló que las autoridades penitenciarias rechazaron hace dos semanas una petición para que un psicólogo forense examinara las "tendencias suicidas" de su cliente.
La petición, según Weintraub, se realizó a la luz de una carta de 2004 en la que Castro hacía referencia al suicidio y encontrada por el FBI en la casa de Cleveland donde mantuvo cautivas a sus tres víctimas durante una década.
El hombre había sido condenado el 1 de agosto a cadena perpetua con una pena de 1.000 años de prisión, por los cargos de homicidio agravado -debido a que puso fin al embarazo de una de sus cautivas- así como por cientos de otros delitos que incluyen secuestro y violación.
Por su parte, el fiscal del caso, Timothy McGinty, quien había solicitado la pena de muerte para Castro, dijo en un comunciado que "estos perversos son cobardes". "Este hombre no soportó siquiera un mes lo que hizo sufrir (a sus víctimas) durante más de diez años".