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“Si vemos algo sucio, haremos inspecciones”, advierte Obama

El presidente norteamericano defendió la “via diplomática” ante el tema nuclear iraní, y previó un “duro debate” en su país.

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afp
Washington

Dos días después del histórico acuerdo marco alcanzado con Irán, Barack Obama dijo ayer que la vía diplomática es “la mejor” opción para resolver las diferencias sobre el programa nuclear de Teherán.
“Como presidente y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, estoy profundamente convencido de que la opción diplomática –con un acuerdo completo y a largo plazo– es, por lejos, la mejor opción. Para Estados Unidos. Para nuestros aliados. Y para el mundo”, dijo Obama en su alocución semanal por radio e internet.

Consciente de la oposición republicana al acuerdo –sus líderes ya lo han criticado con dureza–, Obama dijo que espera un “vigoroso debate” en su país y prometió informar detalladamente sobre la “sustancia del acuerdo” al Congreso, donde varios de sus adversarios consideran insuficiente el texto firmado en Lausana el jueves.
Casi todos los republicanos se oponen a las negociaciones con Irán, y los demócratas de Obama están divididos.

Advertencia. Las grandes potencias e Irán alcanzaron en Lausana un compromiso que esboza las grandes líneas del histórico acuerdo destinado a impedir a Teherán dotarse de la bomba atómica.
“Si Irán hace trampa, el mundo lo sabrá. Si vemos algo sucio realizaremos inspecciones”, explicó Obama. “Este acuerdo no se basa en la confianza, se basa en verificaciones sin precedentes”, agregó.
Obama advirtió que aún queda mucho por definir en torno al acuerdo.
“Se necesita la adopción de muchos detalles clave. Nada está acordado hasta que todo esté acordado. Y si hay reincidencia, no habrá acuerdo”.
Del mismo modo, el secretario de Estado, John Kerry, que llevó adelante la etapa final de las negociaciones, descartó cualquier “ingenuidad” en la actitud de Washington.

“Para dejar las cosas bien claras, no hay ningún aspecto en este acuerdo que se base en promesas o en confianza”, dijo Kerry. “Todos los elementos están sujetos a verificación”, agregó.
El acuerdo marco alcanzado tras maratónicas negociaciones entre Irán y el llamado grupo 5+1 (Estados Unidos, China, Reino Unido, Francia, Rusia y Alemania) contempla, entre otros puntos, la reducción de las centrifugadoras iraníes, que pasarán de 10 mil activas a 6 mil, y el compromiso de no enriquecer uranio durante 15 años en el complejo nuclear de Fordo, construido en el interior de una montaña, y por tanto de difícil acceso y supervisión. También prevé que las sanciones estadounidenses y europeas sean suspendidas desde el momento en que la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) certifique el respeto de Teherán a los compromisos adquiridos, y que sean restablecidas si Irán no cumple.

Los partidarios del acuerdo recuerdan que, en los años en que Washington se negó a hablar con Teherán, los iraníes pasaron de varias decenas de centrifugadoras hasta 20 mil. Establecieron un sitio secundario en un búnker subterráneo y comenzaron a enriquecer uranio a niveles apenas por debajo de los necesarios para producir armas. Desde noviembre de 2013, Irán opera sólo 9 mil centrifugadoras, que en breve serán sólo 6 mil.

 

Interés de las petroleras

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Apenas dos días después del acuerdo de Lausana sobre el plan nuclear de Irán, diferentes grupos petroleros internacionales informaron que quieren impulsar nuevos proyectos en el sector de los hidrocarburos de la República Islámica. Así lo destacó el viceministro de Petróleo de Irán, Hossein Zamani-Niya, quien subrayó que ya hay diferentes propuestas transmitidas a Teherán “por parte de un cierto número de países
y compañías”, destacó la emisora Press TV. Las autoridades están evaluando estas propuestas a la espera de poder reforzar tanto sus actividades en el sector petrolero como en el de las compañías foráneas, una vez –precisó el viceministro– que las sanciones contra Irán sean desmanteladas en el marco de “un nuevo contexto internacional”.

Las más importantes de estas sanciones prohíben inversiones extranjeras en el sector y limitan la producción petrolera por parte de Irán.