Siete personas murieron ayer en un tiroteo frente a una sinagoga de Jerusalén Este y el autor del atentado fue abatido, en el último episodio de una espiral de violencia que se desató el jueves tras una letal operación militar israelí en Cisjordania ocupada.
El atentado, en un barrio de colonización judía del sector de Jerusalén anexado por Israel, se produjo pocas horas después de un bombardeo israelí de la Franja de Gaza, en respuesta a disparos de cohetes desde ese enclave palestino.
“Esta noche, un terrorista se acercó a una sinagoga en la avenida Neve Yaakov de Jerusalén y abrió fuego contra las personas en la zona”, señaló un comunicado policial. “Las fuerzas policiales llegaron rápidamente al lugar, se enfrentaron con el terrorista” y este “fue neutralizado”, agregó. Un portavoz de la policía indicó que siete personas murieron.
El Magen David Adom (MDA, equivalente israelí de la Cruz Roja), dio parte de 10 personas baleadas, incluyendo una de 70 años y otra de 14.
“Oí una verdadera balacera”, contó Matanel Almalem, un estudiante de 18 años que vive cerca de la sinagoga.
Estados Unidos condenó un “horrendo” ataque. “Nos solidarizamos con el pueblo israelí”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Vedant Patel (ver recuadro). Poco antes, Washington había llamado a “todas las partes involucradas” en este “escalada de violencia” a buscar “urgentemente desactivar la crisis”.
Incursión en Yenín. Nueve personas murieron el jueves en una incursión israelí en el campamento de refugiados palestinos de Yenín, en el norte de Cisjordania, según el ministerio palestino de Salud.
Otro palestino murió ese mismo día por disparos israelíes en un incidente separado cerca de Ramala, también en Cisjordania. Israel afirmó que se trató de una operación de “contraterrorismo” contra la organización armada Yihad Islámica.
La Autoridad Palestina la calificó de “masacre” y anunció que dejaba de cooperar en materia de seguridad con Israel.
Según la ONU, no ha habido tantos muertos en una operación israelí en Cisjordania desde que comenzaron los registros de esas operaciones en 2005.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos llamó el viernes a “poner fin al ciclo de violencia sin fin” y se dijo “muy preocupado por el fuerte aumento de muertes de palestinos en operaciones israelíes en Cisjordania ocupada”.
La ministra palestina de Salud, Mai Al Kaila, denunció que las fuerzas israelíes, antes de retirarse, “lanzaron de manera deliberada granadas de gas lacrimógeno” en el servicio de pediatría de un hospital de Yenín, lo que “provocó la asfixia de algunos niños”.
“Nadie lanzó gas lacrimógeno deliberadamente en un hospital (...), pero la operación se llevó a cabo no lejos de un hospital y es posible que entrara gas lacrimógeno por una ventana abierta”, dijo a la AFP un portavoz del ejército israelí.
El campo de refugiados de Yenín, creado en 1953, alberga cerca de 20.000 refugiados, según la UNRWA, la agencia de la ONU a cargo de los refugiados palestinos.
El ejército israelí, que ocupa Cisjordania desde 1967, efectúa operaciones casi diarias en ese territorio y en particular en los sectores de Yenín y Naplusa, bastiones de grupos palestinos armados.
Bombardeo de Gaza. Israel bombardeó el viernes la Franja de Gaza en respuesta a un disparo de cohetes desde el enclave palestino.
El ejército indicó que realizó al menos dos rondas de bombardeos aéreos contra islamistas de Hamás, tras varios disparos de cohetes procedentes de Gaza hacia el sur de Israel.
Los bombardeos israelíes alcanzaron la ciudad de Gaza, capital del enclave, constataron periodistas de AFP.
Ninguna de las partes reportó heridos y la mayoría de los cohetes disparados desde Gaza fueron interceptados por el sistema israelí de defensa aérea.
Los movimientos armados Hamás, que gobierna en la Franja de Gaza, y Yihad Islámica participaron en los disparos de cohetes, indicó Jaled el-Batsh, un responsable de Yihad Islámica.
EE.UU. condena pero mantiene gestiones
Agencias
Estados Unidos condenó el viernes el mortal ataque a una sinagoga del este de Jerusalén y expresó su solidaridad con Israel antes de la visita de su secretario de Estado, Antony Blinken.
“Es absolutamente horrendo”, dijo a los periodistas el portavoz del departamento de Estado, Vedan Batel.
“Condenamos en los más enérgicos términos este aparente ataque terrorista. Nuestro compromiso con la seguridad de Israel está blindado y estamos en contacto directo con nuestros socios israelíes”, añadió.
“Nos solidarizamos con el pueblo israelí”, dijo.
Patel afirmó que no habría cambios en los planes de viaje de Blinken, quien prevé reunirse con los líderes de Israel, Cisjordania y Egipto a partir de mañana domingo.
Blinken discutirá “los pasos a seguir para reducir las tensiones”, señaló Patel.Blinken visitará primero Egipto, El secretario viajará después a Jerusalén y Ramallah entre el lunes y el martes próximos. En Israel, se reunirá con el primer ministro, Benjamín Netanyahu, el ministro de Relaciones Exteriores, Eli Cohen, y otros altos cargos para discutir “el apoyo duradero” de Estados Unidos a la seguridad de Israel, “particularmente contra las amenazas de Irán”.