El cambio climático está provocando incendios a lo largo y ancho del hemisferio norte. Los peores focos son en California, así como en Grecia y Turquía, con el Mediterráneo calificado por un estudio de la ONU como “punto caliente”, con temperaturas de entre 40 y 45 grados en ambos países, y múltiples incendios que devoran todo lo que encuentran a su paso.
California. El jueves, en menos de 48 horas, dos incendios forestales en el norte de California destruyeron decenas de hogares, dejaron personas desaparecidas o heridas y provocaron evacuaciones.
El Dixie, el incendio activo más grande del estado, destruyó “más de cien casas” y avanza hacia otras zonas de viviendas. El incendio masivo ya ha quemado 146.420 hectáreas, informaron los bomberos californianos. La histórica ciudad de Greenville en el condado de Plumas casi ha sido arrasada hasta los cimientos. En el centro comercial de la comunidad, en Main Street y State Route 89, casi todos los negocios parecían haberse derrumbado o destruido
Grecia. Ayer, numerosas regiones de Grecia seguían azotadas por las llamas, en una situación calificada por el gobierno como “extremadamente crítica”. El fuego destruye desde hace días gran parte del Mediterráneo orental, golpeada por la peor ola de calor en décadas. Atenas quedó cubierta ayer por el humo de olor acre de un incendio que se reactivó el jueves por la tarde al pie del monte Parnés, tras haber quemado más de 1.200 hectáreas desde el martes. “Nos estamos ahogando de nuevo porque el fuego se está reavivando fuertemente”, declaró Spyros Vrettos, alcalde de Acarnas, un pueblo a 30 kilómetros de Atenas.
Turquía. La lucha contra el fuego proseguía ayer en cinco provincias de Turquía, incluidas las regiones turísticas de Antalya y de Mugla, donde se llevaron a cabo nuevas evacuaciones. En Mugla, en particular, las llamas se acercaron peligrosamente a una central térmica que almacena miles de toneladas de carbón, pero lograron ser extinguidas a tiempo. La gestión del desastre está poniendo en aprietos al presidente Recep Tayyip Erdogan, al que la oposición acusó de haber gastado solo un 1,75% de los 23 millones de dólares presupuestados en el primer semestre para prevenir los incendios.